Mass, que junto al astrobiólogo de la Universidad de Washington Rory Barnes ha ofrecido una rueda de prensa con motivo de un curso sobre astrobiología que dirigen en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander, ha dicho que «lo más probable» es que surgiera la vida a la vez en la Tierra y en Marte.
«La Tierra y Marte compartieron unas condiciones muy parecidas en los primeros mil millones de evolución hasta hace 3.500 millones», ha subrayado.
Así, al mismo tiempo que surgía la vida en la Tierra, en Marte había atmósfera, océanos y la temperatura estaba por encima de los cero grados, ha apuntado.
Sin embargo, ha añadido que hace 3.500 millones de años se produjo «un punto de corte» cuando el núcleo del Planeta Rojo se enfrió y pasó de ser fluido a sólido, lo que le hizo perder su campo magnético y que la radiación solar «barriera» la atmósfera, dejándolo «seco y estéril».
«Si hubo vida, esa vida puede haber permanecido y evolucionado en el subsuelo», ha apuntado Mass, al tiempo que ha recalcado que en ese momento «la evolución en Marte se cortó».
Según ha explicado, el objetivo del curso que dirige esta semana en la UIMP es estudiar cómo se crearon las moléculas de los cometas y meteoritos al comienzo de la historia del Sistema Solar y analizar cómo estas indujeron la aparición de proteínas y aminoácidos con los que se formó la vida en la Tierra.
Todo ello -ha agregado- con el fin de dilucidar si estos mismos procesos se produjeron en otros planetas. En el caso de Marte, por ejemplo, ve importante conocer las condiciones iniciales de temperatura, presión, radiación, la disponibilidad de agua o los ingredientes químicos que había al comienzo de sus tiempos.
Por su parte, Rory Barnes ha destacado que ya hay planes para pensar en regresar a la Luna y a Marte, en ese orden. «Vamos a ver qué pasa con esta Administración en Estados Unidos porque no está claro y hay muchos cambios», ha dicho.
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