En una pequeña sala cercana a una de las entradas del Hospital Psiquiátrico de Lídice, localizado en el oeste de Caracas, un grupo de pacientes espera en fila para que recibir un vaso con avena y la medicina de la noche. Eso es lo que cenan a diario los enfermos.
Carolina Ross, una de las enfermeras, dice con resignación que a pesar de todos los años que lleva trabajando en el lugar jamás había visto algo similar.
“Teníamos carencias en muchas cosas, pero todo funcionaba. Hasta los pocos medicamentos que nos quedan han caducado. No es justo ver esto”, afirma.
En un trabajo publicado por el diario español ABC, se reseñó que el hospital del Lídice es una institución de 117 años de historia que hasta hace poco servía como centro para la especialización de los médicos. Ahora se encuentra en total abandono.
A los pacientes con patologías crónicas se les mantiene encerrados por la falta de sedantes. No hay distinción entre hombres y mujeres. Los enfermeros solo los pueden controlar mientras estén en sus celdas.
“Aquí tenemos, en la zona de mujeres, a una paciente que mató a su compañera de habitación en medio de una crisis por falta de medicación”, dijo una enfermera que prefirió no revelar su identidad.
Los médicos tratan de no recibir a más pacientes para el área de hospitalización, porque solo quedan 30 camas a pesar de que tienen capacidad para 200.
La necesidad ya no es únicamente de medicamentos o de personal, los servicios básicos también escasean cada vez con más frecuencia. No cuentan con ningún tipo de producto de limpieza esterilizante. El interior se encuentra casi a oscuras. Allí se convive entre roedores, cucarachas y desechos que han desatado severas infecciones.
La mayoría de los enfermos mentales del Psiquiátrico de Caracas fue abandonado por sus familias y ahora depende del Estado para vivir.
Robert Lespinasse, ex presidente de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría alertó que a la salud mental solo se le otorga 1% del presupuesto anual de salud que en tiempos de hiperinflación no alcanza para nada.
Los últimos datos publicados por el Ministerio de Salud en 2013 señalaron que había 23.630 pacientes psiquiátricos en los hospitales públicos, pero para 2015, la cifra descendió a 5.558 enfermos. Hoy nada se sabe de las estadísticas debido a que el gobierno se autocensura y niega la situación.
Estrella Digital