Un hombre de 63 años sufrió una caída cuando se encontraba paseando por unas calles de Nueva York . Al pasar un tiempo, empezó a sentir un dolor en su rodilla que lo obligó a acudir al médico, sin imaginar lo que le detectarían.
Ya frente al médico, el hombre reveló que, además del dolor en la rodilla, también había estado sintiendo un dolor en el pene al que no le tomó mucha importancia.
Luego de ser revisado de la próstata para saber si había secreciones anómalas en el pene, se procedió a realizar una radiografía de la zona para ver si existía alguna fractura en su pelvis, pues el hombre se había caído de nalgas sobre el piso.
Los resultados sorprendieron a los médicos: La radiografía reveló que el hombre tenía una acumulación de calcio anómala en los tejidos blandos del pene. Su miembro estaba recubierto de hueso, por lo que los médicos determinaron que el hombre padecía de osificación del pene, una extraña enfermedad de la que solo existen 40 informes médicos.
POSIBLES CAUSAS
Esta osificación del pene consiste en una acumulación de sales de calcio en el tejido blando, para dar lugar a la formación de hueso extraesquelético. Este fenómeno es asociado a la enfermedad de Peyronie.
Esta enfermedad se caracteriza por una deformidad adquirida del pene, que consiste en la curvatura del miembro durante la erección y la pérdida de la lóngitud cuando está flácido.
Esta situación también puede deberse a otras enfermedades menos comunes pero que no deben descartarse, como el proceso infiltrativo maligno, la hipercalcemia debida a un síndrome paraneoplásico, el hiperparatiroidismo u otras anomalías metabólicas, la enfermedad renal en etapa terminal y un proceso metaplásico local resultante de un trauma repetido o un estado inflamatorio crónico.
INESPERADO DESENLACE
Pese al primer diagnóstico, los médicos no pudieron determinar el origen exacto de este caso debido a que el hombre decidió retirarse del establecimiento de salud en contra de los consejos de los médicos.
Tal como se lee en el informe, publicado en Urology Case Reports, según el origen, extensión y sensación de dolor que genera la osificación es que se establece un tratamiento que puede incluir desde observaciones periódicas hasta el uso de analgésicos orales, inyecciones intralesionales, estiramientos mecánicos, dispositivos de vacío o terapia de ondas de choque extracorpóreas. La intervención quirúrgica es la última opción.
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