Ante los daños que se han presentado, no sólo a los ecosistemas sino a los habitantes de la región, el departamento de Santa Cruz informó que se reforzará el envío de brigadas de médicos a las diferentes comunidades para atender las afecciones que pudiera presentar la gente a causa de los incendios forestales.
Añadió que la comitiva es encabezada por el secretario de Salud y Políticas Sociales, Óscar Urenda, quien mencionó que llevan consigo un lote de medicamentos, entre ellos broncodilatadores, sales hidratantes, colirios y cremas para quemaduras, así como otros de primera necesidad en esta emergencia.
En tanto, el presidente de Bolivia, Evo Morales, destacó que mil 800 soldados, 450 policías, 21 ambulancias y 42 cisternas permanecen en el lugar del siniestro y celebró que «felizmente no hay daños humanos».
Precisó que están por arribar dos helicópteros enviados por el gobierno de Perú, los cuales ayudarán a realizar las labores aéreas.
Explicó que la víspera se descargaron miles de litros de agua con el avión SuperTanker, cinco helicópteros y aviones como parte de los intentos por detener los incendios.
Además dijo que ante la situación que impera y tras meses sin lluvias y la sequía, en conjunto con el Gabinete Ambiental se determinó declarar pausa ecológica en las áreas afectadas, por lo que se prohibirá la venta de tierras y se tomarán medidas post incendio.
«Nos trasladamos a Roboré a incorporarnos al Gabinete de Crisis Ambiental, el incendio en la Chiquitania es un peligro para todos porque afecta a nuestra Madre Tierra. Debemos unirnos para detenerlo. Nuestra máxima prioridad es apagar el fuego a toda costa», puntualizó Morales.
Ante los incendios en Bolivia, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) indicó que el cambio en la dirección de los vientos ocurrido en la última jornada hizo que las llamas principalmente en la Chiquitania se intensifiquen y se registren nuevos focos de incendio.
Expresó que los esfuerzos llevados a cabo en este país por miles de voluntarios, bomberos forestales y grupos de protección en áreas protegidas no han sido suficientes para detener y liquidar el fuego.
«Desde el viernes 23 de agosto, un avión SuperTanker con capacidad de 72 mil litros de agua, alquilado por el Estado Boliviano, sobrevuela algunas de las áreas afectadas, pero este esfuerzo tampoco ha bastado para hacer frente a las llamas», anotó la organización conservacionista.
De acuerdo con un reporte del gobierno autónomo Departamental de Santa Cruz en Bolivia, un millón de hectáreas han sido afectadas a la fecha.
Estrella Digital