Las primeras conversaciones entre representantes del partido Likud y la coalición Azul y Blanco para formar un nuevo gobierno en Israel terminaron este viernes sin acuerdos, indicaron los negociadores partidistas, tras anunciar que la próxima cita será el domingo.
Luego que el presidente israelí Reuven Rivlin encargó el miércoles al primer ministro en funciones Benjamin Netanyahu, del partido Likud, la formación de una coalición gubernamental, representantes de las dos formaciones mayoritarias se reunieron esta mañana durante cuatro horas.
Ambas delegaciones acordaron una nueva cita de negociaciones para el próximo domingo, pero emitieron declaraciones que resumen la reunión de este viernes en la que las partes se acusaron mutuamente de no abordar los temas realmente importantes y de sólo plantear cuestiones irrelevantes, reportó el periódico Jerusalem Post.
El Likud acusó a la coalición Azul y Blanco de no responder a su solicitud de que la base de las conversaciones sea el esquema presentado por el presidente Rivlin.
El mandatario propone aprobar una ley que permita que un primer ministro pueda ser suspendido de sus funciones en caso de una acusación y un viceprimer ministro pueda dirigir el país hasta que el primer ministro sea absuelto de los cargos.
Según el diario, un portavoz de Azul y Blanco señaló que al Likud le conviene el plan de Rivlin porque le permitiría a Netanyahu comenzar como primer ministro, en un nuevo gobierno.
El portavoz acusó que el partido de Netanyahu se negó a discutir cuestiones de política clave.
El jefe negociador del Likud, el ministro de Turismo, Yariv Levin, declaró a su vez que «queremos un gobierno de unidad amplia, de inmediato».
«Esto se puede hacer rápidamente con buena voluntad”, con un partido que quiera sumarse al Estado democrático y “quien diga que no, llevará a unas las terceras elecciones», dijo a su vez el ministro de Asuntos de Jerusalén, Ze’ev Elkin, también del Likud.
Netanyahu es apoyado por 55 diputados de la Knesset (parlamento) y tiene mayores posibilidades ante su principal rival Benny Gantz, de la coalición Azul y Blanco, quien es apoyado por 54 legisladores, pero ninguno de los dos reúne los 61 votos necesarios para formar una coalición.
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