Carrie Lam, Jefa del Ejecutivo hongkonés, dobló este viernes su apuesta para desactivar las protestas tras la aprobación una ley de emergencia que prohibirá el uso de máscaras.
Con esta medida, Lam ha tenido que echar mano de una ley de la época colonial británica, la de Regulaciones de Emergencia, que no se aplicaba desde 1967.
Además, puede otorgar poderes más amplios al gobierno sin tener que pasar por el Legislativo.
La medida anunciada constituye como delito el uso de máscaras bajo penas de hasta un año de prisión y multas de hasta 25.000 dólares hongkoneses, 3.188 dólares.
Si la policía considera que una persona tiene intenciones de ocultar su identidad, deberá enfrentar una pena de seis meses y una multa de 10.000 dólares hongkoneses, 1.275 dólares.
«Las protestas se suceden desde hace cuatro meses. La violencia de los manifestantes ha aumentado, alcanzando un nivel alarmante en los últimos días», dijo Lam.
Además, advirtió que tomará medidas para restablecer el orden.
«La ley no implica que Hong Kong esté en estado de emergencia», declaró Lam tras resaltar que la legislación «apunta a las personas que han recurrido a actos violentos».
Según Lam, la legislación subsidiaria se presentará en el Consejo Legislativo el 16 de octubre para ser modificada después de haber sido implementada.
Algunos temen que esto sea una excusa para autorizar detenciones, censura a la prensa, cambiar leyes y tomar el control total del transporte.
Esto podría avivar aún más las propuestas y cientos de personas salieron a las calles este viernes a protestar contra la ley coreando eslóganes como «Hong Kong, resiste».
Reacciones a la ley
Por su parte, Teresa Cheng, secretaria de Justicia, indicó a la prensa que la legislación «no socavará las libertades de las personas».
John Lee Ka-chiu, Secretario de Seguridad del Ejecutivo, añadió que la medida «ayudará a los agentes de la Policía recolectar información» e identificar a sospechosos.
Sin embargo, algunos expertos hongkoneses han expresado su temor. Consideran que es una ley que podría afectar a la posición de la ciudad como centro financiero internacional.
«Las instituciones financieras comenzarán a cuestionarse si las autoridades promulgarían también leyes financieras similares», comentó el politólogo Simon Shun en la radio.
«Este es un asunto grave. Sienta un precedente. Después de esto, el gobierno va a poder hacer prácticamente cualquier cosa», agregó.
Protestas desde junio
Las protestas, que se convirtieron en masivas en junio a raíz de una polémica propuesta de ley de extradición y se extendió hasta la búsqueda de caminos democráticos.
No obstante, algunos manifestantes han optado por tácticas más radicales que la protesta pacífica y los enfrentamientos violentos con la Policía son habituales.
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