En el marco de una visita a Rusia, el mandatario filipino, de 74 años de edad, se reunió con la comunidad filipina en ese país, la noche del sábado, donde comentó que padece una enfermedad neuromuscular que puede ocasionar graves complicaciones, de acuerdo a reportes de la presidencia de Filipinas divulgadas por diversos medios.
«Uno de mis ojos está más pequeño. Está girando sobre sí mismo», dijo el mandatario, quien detalló que padece «una miastenia grave. Una disfunción que afecta los nervios. Lo heredé de mi abuelo», de acuerdo a un despacho informativo de la Deutsche Welle.
Con información del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH), el sitio dw.com precisó que hasta 20 por ciento de los afectados por este mal sufren una «crisis» que deriva en atención respiratoria, además de daños neuromusculares como un párpado que cae sobre el ojo, visión borrosa, debilidades musculares o fatiga de los dedos.
El ejecutivo filipino no reveló si ha sufrido afectaciones graves por la miastenia, pero en anteriores ocasiones confesó que padece diferentes problemas de salud y justificó que por ese motivo no asistía a eventos fuera del país.
El año pasado, Duterte declaró que se practicó exámenes de cáncer, cuyos resultados fueron negativos; además padecía dolores de cabeza y la enfermedad de Buerger, que daña las venas y las arterias.
En 2016, un accidente en motocicleta le afectó la columna vertebral por lo que tenía que ingerir fentanilo, un potente analgésico.
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