El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, amenazó hoy con reanudar su operación militar en el noreste de Siria, en caso de que las milicias kurdas no abandonan la zona de seguridad en el plazo acordado en el cese al fuego alcanzado con la delegación estadunidense.
En su primera comparecencia ante la prensa tras el alto al fuego anunciado el jueves, Erdogan precisó que la zona de seguridad en la frontera turco-siria abarcará 440 kilómetros de largo, hasta la frontera iraquí, y se adentrará 32 kilómetros en suelo sirio.
Aseguró que para Turquía no sería un problema si las fuerzas del gobierno sirio ingresan en las zonas que hayan sido despejadas de las milicias kurdas, pues Ankara no tiene intención de permanecer en las áreas que están actualmente bajo su control en el norte de Siria, según la agencia de noticias Anadolu.
Previamente, Erdogan detalló que el acuerdo alcanzado el jueves con la delegación estadunidense encabezada por el vicepresidente Mike Pence consta de 13 puntos y establece una zona de seguridad de más de 440 kilómetros a lo largo de la frontera con Siria.
Tras cerrarse el acuerdo, Pence declaró en conferencia de prensa que Turquía detendría su “Operación Fuente de paz” contra las fuerzas kurdas durante 120 horas para permitir la retirada de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) de la zona de seguridad.
Asimismo, el mandatario turco desmintió que sus fuerzas continúen bombardeando posiciones kurdas en el noreste de Siria como denunciaron las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS). “No hay bombardeos, es una desinformación», dijo.
Sin embargo, el servicio de prensa de las FDS aseguró que a pesar del cese al fuego, el Ejército turco continúa los ataques de artillería contra ciudades en el norte de Siria, en particular contra la ciudad fronteriza de Ras al Ain.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que cuenta con una amplia red de activistas en el país, reportó enfrentamientos esporádicos en Ras al Ain luego de la tregua de cinco días, si bien algunas otras áreas en las que se habían registrado combates han permanecido tranquilas.
La población de Ras al Ain era una de las más afectadas por la operación militar turca, cuyo objetivo es crear una zona de seguridad para repatriar allí a unos 3.6 millones de refugiados sirios que han huido a Turquía debido a la guerra civil en su país, según el diario turco Hürriyet.
Este viernes, Amnistía Internacional (AI) afirmó que las fuerzas turcas y los grupos armados apoyados por Ankara dentro del territorio sirio cometieron “crímenes de guerra” incluyendo “ejecuciones sumarias” y crueles ataques contra la población civil en el país árabe.
“Las fuerzas militares turcas y grupos armados sirios apoyados por Turquía han mostrado un desprecio vergonzoso por las vidas de los civiles”, denunció AI, que basa sus acusaciones en los testimonios de civiles, médicos, protección civil, periodistas y trabajadores humanitarios.
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