La justicia chilena ordenó este lunes la prisión preventiva de un militar imputado por abuso de funciones contra un manifestante al que disparó a quemarropa. Hecho que ocurrió durante la vigencia del estado de emergencia decretado en la sureña ciudad de Concepción, por las protestas en el país.
La Corte de Apelaciones de esa ciudad estipuló admitir a trámite un recurso de apelación contra la resolución que había rechazado la medida preventiva contra el sargento del Ejército Héctor Hernán Herrera.
El ilícito ocurrió el 22 de octubre, después de cinco días de protestas, cuando el imputado disparó a la pierna a una persona reducida.
Disparo sin advertencia
“Se evidencia que el referido disparo se produjo cuando la víctima se hallaba reducida, nunca opuso resistencia, se realizó sin advertencia previa como pudo haber sido un disparo al aire, resultando determinante en la observación realizada, la inexistencia de algún peligro o amenaza en la integridad física del funcionario público”, indicó el fallo.
La Justicia determinó de forma unánime que la víctima “fue fácilmente reducida, se encontraba solo, no hubo acto ni intento hostil, tampoco agresión ni amenaza”.
“Tampoco la hubo respecto de los aproximadamente 20 militares que lo acompañaban en el procedimiento”, agregó el fallo.
La corte explicó que en un video en el que se registró el suceso se aprecia que Herrera disparó contra un ciudadano reducido. El disparo se habría hecho «a no más de 50 centímetros» sin ninguna razón que justifique tal uso de la fuerza.
El soldado se formalizó el pasado 24 de octubre, pero la Justicia determinó que no era necesaria la prisión preventiva. La medida no constituía un peligro para la seguridad de la sociedad, situación ahora revocada por la Corte de Apelaciones de Concepción.
Sebastián Piñera, presidente de Chile, estableció el estado de emergencia en Concepción en la madrugada del sábado 19 de octubre, tras una primera jornada de protestas violentas, disturbios, incendios y saqueos que se extendió desde Santiago a todo el país y que llevó, además de dar el control del orden público a los militares, a decretar toque de queda.
Chile vive un estallido social sin precedentes desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet en 1990. Se han estado realizando masivas manifestaciones en las calles y disturbios que reprimieron inicialmente la Policía y las Fuerzas Armadas.