Grossi, de 58 años edad, sucede al japonés Yukiya Amano, fallecido en julio pasado tras casi una década en el cargo.
El argentino prestó juramento como nuevo director general del OIEA en una breve ceremonia dirigida por la presidenta de la sesión, la subsecretaria mexicana para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, Martha Delgado.
En su primer discurso tras ser elegido, Grossi destacó el importante rol del OIEA para asegurar que ningún material nuclear del mundo sea desviado para fines no pacíficos.
«Nadie puede hacer lo que nosotros hacemos, nadie puede dar la garantía de que nadie esté desviando materiales nucleares. Esa es la fortaleza del organismo», declaró el nuevo director general.
A su vez, destacó la importancia simbólica de que el nuevo director general del organismo proceda de América Latina, la primera región del planeta que se declaró libre de armas nucleares, cuando 33 países firmaron en 1968 el llamado Tratado de Tlatelolco.
Pero el trabajo del OIEA «va más allá de la no proliferación (nuclear), sino que incluye beneficiar a las personas en todo el mundo, por ejemplo, en el tratamiento del cáncer», agregó Grossi.
El nuevo director general mencionó además los beneficios de las técnicas nucleares para la seguridad del agua y de los alimentos, «para mejorar de forma concreta la vida» de todos.
En una rueda de prensa posterior a la prestación de juramento, Grossi subrayó que el conflicto en torno al controvertido programa nuclear de Irán será una de sus grandes prioridades al inicio de su primer mandato de cuatro años.
«Es un tema que tenemos que abordar de una manera dedicada, seria y consecuente, y esto es lo que estaré haciendo», manifestó el argentino, entre 2009 y 2013 director adjunto del OIEA para asuntos políticos, bajo el mandato de Amano.
Grossi subrayó que en cuanto a las inspecciones de salvaguardas (controles), sean en Irán o en cualquier otro país, el OIEA bajo su mandato será siempre «firme y justo».
«Esos son los dos principios que voy a cumplir», aseguró el flamante director general de la agencia nuclear.
Por otra parte, Grossi mencionó el programa de cooperación técnica del OIEA, cuyo alcance calificó como «insuficiente» para las demandas que hay de muchos países en vías de desarrollo.
El programa de cooperación técnica del OIEA ofrece ayudas en el campo de las aplicaciones nucleares no energéticas, como la medicina, la agricultura o la industria.
Grossi adelantó que «en tiempos de austeridad fiscal y presupuestaria» buscará «movilizar nuevos recursos», incluyendo fuentes no tradicionales de financiación, juntando a actores públicos y privados, para ofrecer más cooperación técnica.
El argentino, con 35 años de experiencia en la diplomacia nacional e internacional, se impuso en el proceso de elección para este cargo al rumano Cornel Feruta, hasta ahora director general interino tras la muerte de Amano.
El primer mandato de Grossi al frente de la agencia nuclear de la ONU empieza oficialmente mañana martes.
Tras titularse en Ciencias Políticas por la Universidad Católica de Argentina, realizó sus estudios diplomáticos en el Instituto del Servicio Exterior de la Nación en Buenos Aires.
Grossi, quien es padre de ocho hijos, tiene además una maestría en Relaciones Internacionales y un doctorado en Historia y Política Internacional de la Universidad de Ginebra (Suiza).
Entre 2002 y 2007 fue jefe de gabinete de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), con sede en La Haya.
Grossi asume el cargo de director general del OIEA en un momento de tensión en la disputa por el programa nuclear de Irán.
Mientras que Estados Unidos abandonó el gran acuerdo atómico de 2015 y volvió a imponer sanciones a Teherán, Irán empezó este año a incumplirlo de forma gradual.
Al mismo tiempo, en las últimas semanas crecieron las tensiones entre Irán y los inspectores del OIEA, que han detectado algunos materiales nucleares no declarados previamente.