La fuerzas de seguridad ha señalado que los agentes han seguido al vehículo en el que huía el supuesto autor del tiroteo y ha realizado disparos contra el coche, un Renault Laguna. El individuo “se ha disparado en la cabeza antes que la Policía actuara”, ha señalado. La Policía ha difundido una imagen del supuesto autor del tiroteo, un hombre de pelo negro vestido con un anorak rojo y negro, y ha confirmado el balance de seis personas muertas y dos personas heridas.
El tiroteoha tenido lugar en el interior del Hospital Universitario de Ostrava, en el noreste de República Checa, a las 7.00 hora local..
El ministro del Interior checo, Jan Hamacek, ha mostrado sus condolencias por el tiroteo en el hospital universitario de Ostrava y ha destacado la labor de las fuerzas de seguridad. “Están interviniendo en el lugar agentes de la Dirección Regional de la Policía Regional de la Región y también se enviaron efectivos de la Unidad de Despliegue Rápido y un helicóptero”, ha explicado. Tras el tiroteo, la Universidad de Ostrava ha informado del cierre temporal del hospital atacado y del complejo sanitario en el que se encuadra como medida de precaución y ha pedido a los ciudadanos que no se aproximen a la zona.
Por su parte, el presidente de República Checa, Milos Zeman, ha expresado su “más sentido pésame” por el tiroteo registrado este martes en el Hospital Universitario de Ostrava y ha agradecido la labor del personal de emergencias y las fuerzas de seguridad.
Se trata del tiroteo es el ataque más grave registrado en República Checa desde 2015, cuando un hombre a mató a ocho personas en un restaurante en la localidad de Uhersky Brod antes de quitarse la vida con la misma pistola.
Las última hora de ese trágico suceso es que el autor del tiroteo en el hospital checo era un trabajador que decía estar enfermo y que «nadie quería atenderlo».
Se trata de Citrad V., tenía 42 años y trabajaba en el sector de la construcción como ingeniero.
El jefe del supuesto asesino ha dicho a Radio Praga que Citrad se quejaba porque decía estar gravemente enfermo y «nadie quería atenderlo». El hombre era natural de la ciudad de Opava, cerca de Ostrava.
El hombre entró armado en la sala de espera del Departamento de Traumatología del Hospital Facultativo de Ostrava y disparó a quemarropa a las personas que allí se encontraban, matando al menos a seis.
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