Musharraf de 76 años, estuvo en el poder de Pakistán desde 1999 por un golpe de estado, hasta 2008.
En la actualidad se encuentra exiliado en Dubai y ha estado evadiendo la justicia los últimos años, aludiendo motivos de salud
«Un tribunal especial formado por tres jueces sentenció en Islamabad a Musharraf a muerte. La corte determinó que cometió traición y tenemos que apelar al Tribunal supremo», ha dicho el abogado del condenado, Azhar Siddique. El tribunal, que decidió por dos votos a uno la condena, emitirá un veredicto detallado en 48 horas.
La condena por traición se debe a que suspendió el orden constitucional e impuso un estado de emergencia entre el 3 de noviembre y el 15 de diciembre de 2007 para prolongar su mandato, de acuerdo con su abogado.
El artículo 6 de la Constitución paquistaní establece que cualquier persona que «subvierta o suspenda» la carta magna será declarado culpable de alta traición, delito castigado con la pena de muerte o cadena perpetua.
Además de este caso, el ex militar se enfrenta a varias acusaciones, como la de no haber protegido la vida de la ex primera ministra Benazir Bhuto, asesinada en un atentado con bomba en 2007.
El caso por traición contra el militar comenzó en 2013 acusado de imponer el estado de excepción y decretar la detención de decenas de jueces por el Gobierno del entonces primer ministro Nawaz Sharif, precisamente el mandatario a quien Musharraf echó del poder en un golpe de Estado en 1999.
El Ejecutivo de Sharif prohibió tras su regreso al poder en 2013 la salida del país de Musharraf por la denuncia de alta traición, una prohibición que levantó en 2016 el Tribunal Supremo.
El ex militar no se ha manifestado de momento acerca de la sentencia. La última vez que habló en público lo hizo a principios de este mes en un vídeo en el que se quejó del trato que estaba recibiendo.
El actual Gobierno paquistaní liderado por el primer ministro, Imran Khan, ha preferido no pronunciarse acerca de la sentencia, después de que pidiese al tribunal la semana pasada que no emitiese el veredicto.
Otras reacciones fueron más categóricas. «La democracia es la mejor venganza», tuiteó Bilawal Bhuto, hijo de la asesinada Benazir, crimen por el que Musharraf está acusado, pero por el que no ha sido juzgado dada su ausencia del país. Ahsan Iqbal, secretario general de la Liga Musulmana de Pakistán (PML-N) de Sharif, afirmó que el orden constitucional se está arraigando en el país. «Con esta decisión, en el futuro la tradición de romper la Constitución acabará», dijo el político.
Democracy is the best revenge. Jiye Bhutto pic.twitter.com/L4wLEjUJTl
— BilawalBhuttoZardari (@BBhuttoZardari) 17 de diciembre de 2019
Pakistán ha estado gobernado por cuatro dictadores militares que dieron tres golpes de Estado a lo largo de los 72 años de historia del país, el primero de ellos en 1958 y el último en 1999.
Incluso cuando no ostenta el poder directamente, el Ejército ejerce un gran control sobre política exterior y seguridad.
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