Indica en un comunicado que, «sin perjuicio» de la investigación y esclarecimiento sobre los hechos, los policías españoles estaban «cumpliendo órdenes giradas por conducto reglamentario» y responsabiliza así al Ministerio del Interior, Asuntos Exteriores y el Gobierno de España» de «cualquier actuación que merezca reproche».
Reitera la UFP que las labores de los agentes se «enmarcan dentro de la defensa de los intereses del Estado español» y aclara que «nunca pueden ser chivos expiatorios de los errores de los políticos».
«La práctica de escoltar a autoridades diplomáticas españolas en otros países, con o sin armas, dependiendo de la autorización del país en que se encuentren, es muy habitual», añade la UFP.
Asimismo, reitera que «sea lo que sea lo que hacían los miembros de la Policía Nacional», se dedicaban a cumplir «las órdenes recibidas» y añade que no tolerarán ser «utilizados como cabezas de turco de este conflicto diplomático».
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