Este reconocimiento de error llegó después de dos jornadas en las que las autoridades iraníes negaron la hipótesis del derribo, pese a que varios países como Canadá ya habían denunciado que un misil tierra-aire alcanzó el avión.
Las Fuerzas Armadas reconocieron que el Boeing 737 de Ukranian International Airlines (UIA), que se estrelló el pasado miércoles al sur de Teherán, fue derribado «involuntariamente y por un error humano».
Según el comunicado, el fallo se debió a que el avión, que cubría la ruta Teherán-Kiev, se situó cerca de un centro militar de la Guardia Revolucionaria con «una altura y una posición de vuelo de un objetivo enemigo».
Por su parte, el comandante de la Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria, Amir Alí Hayizadeh, asumió en una comparecencia televisada la responsabilidad y explicó que el operador del sistema de defensa confundió el aparato con «un misil de crucero».
«Todo el sistema defensivo estaba en el más alto nivel de alerta (…) y se anunció mediante el sistema integrado que se habían lanzado unos misiles de crucero contra el país. En esos momentos, el sistema se enfrenta, a una distancia de 19 kilómetros, con un objetivo que se distingue como un misil de crucero», detalló.
Hayizadeh dijo que el operador, antes de disparar, trato de contactar con sus mandos para obtener la aprobación pero el sistema de comunicación dió error y tomó una decisión «mala y apresurada» debido a la situación de crisis.
Tanto las Fuerzas Armadas como la Guardia Revolucionaria aludieron a que el error se produjo a causa de la tensión y el estado de alerta en el país ante un posible ataque de represalia de EE.UU.
Poco antes del derribo del avión ucraniano, Irán había efectuado un ataque con misiles contra una base aérea en Irak que alberga a tropas estadounidenses, en venganza por el asesinato días antes del general Qasem Soleimaní en un bombardeo selectivo de EE.UU. en Bagdad.
Las Fuerzas Armadas alegaron que tras las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, y de representantes de ese país en el sentido de «tomar como objetivo una serie de lugares en el territorio de la República Islámica en caso de que haya una operación recíproca (…) estaban en el más alto nivel de alerta».
El error estuvo motivado por «el aumento sin precedentes de los movimientos aéreos en la región», en especial de «vuelos de guerra de las fuerzas estadounidenses alrededor del país», agregaron.
También el presidente, Hasan Rohaní, aseguró que «la terrible catástrofe» se debió en parte a las «amenazas e intimidaciones» de EE.UU., que llevaron a las Fuerzas Armadas a estar en alerta para defender el país «de posibles ataques del Ejército estadounidense».
El líder supremo de Irán, Alí Jameneí, ordenó este sábado a las Fuerzas Armadas investigar las probables «irregularidades y negligencias» que provocaron el derribo del avión y tomar «las medidas necesarias para evitar que se repitan tales incidentes».
Por su parte, Rohaní subrayó que «se necesita más investigación para identificar todas las causas y raíces de esta tragedia y enjuiciar a los responsables de este error imperdonable».
El presidente, quien lamentó la muerte de tantas «personas inocentes debido a errores humanos y disparos equivocados», también urgió a revisar las deficiencias de los sistemas de defensa aérea del país.
En el avión de UIA viajaban 167 pasajeros, entre ellos 82 iraníes y 63 canadienses, estos últimos en su mayoría con doble nacionalidad, y nueve tripulantes ucranianos.
Las explicaciones de las autoridades no calmaron a la población, que respondió con muestras de rabia y dolor en las redes sociales, donde muchos internautas colgaron una fotografía en negro.
Los iraníes también expresaron sus fuertes críticas contra las autoridades por el derribo con los hastag #error_humano y #compatriota_asesino, en farsi, y por haber negado durante dos días lo ocurrido.
Las fotografías de los fallecidos circularon así mismo por Twitter e Instagram, en ocasiones con comentarios como «ellos muertos por un error y sus familias en ese gran dolor soportando mentiras».
En recuerdo de los fallecidos, se han organizado para esta jornada y en los próximos días vigilias con velas en varias universidades de Teherán, ya que entre las víctimas del siniestro había decenas de estudiantes
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