El Instituto Nacional de Migración de Guatemala confirmó que contabilizó a 662 hondureños en los pasos fronterizos de El Cinchado -colindante con la aduana hondureña de El Corinto- y 1.612 en Agua Caliente, ambos al noreste de Guatemala.
Los migrantes se dirigieron a pie y subidos en diversos transportes que los apoyaban hacia la ciudad de Esquipulas, unos 213 kilómetros al oriente de la capital guatemalteca.
El padre scalabriniano Mauro Verzeletti, director de la entidad no gubernamental Casa del Migrante, comentó a la Agencia EFE que unos 300 hondureños se encontraban la tarde de este jueves en las instalaciones de Ciudad de Guatemala, mientras que había unas 2.000 más en la sede de Esquipulas, que está a menos de 10 kilómetros de la aduana de Agua Caliente.
“Varios de los migrantes hondureños están caminando de Esquipulas hacia la capital y llegarán en la noche”, mencionó Verzeletti a Efe, aunque admitió que desconocía cuántos podrían llegar a dormir en la capital y cuántos lo harán en la otra sede.
Verzeletti aseguró que, a diferencia de los migrantes de las primeras caravanas de octubre de 2018 y de las que hubo a inicios de 2019, la gente que integra las actuales “pareciera ser gente mucho más preparada profesionalmente y que, según lo que han dicho, no pueden vivir allá (en Honduras) por las extorsiones y la violencia”.
Entre las personas que han ingresado a la Casa del Migrante, hay niños de hasta cuatro meses, contó el padre scalabriniano, que durante más de 21 años ha brindado refugio, alimentación y salud a los migrantes en la sede capitalina.
La Policía Nacional Civil de Guatemala y los funcionarios estadounidenses, vestidos de civil con camisa de botones, lentes oscuros y pantalones de comando, revisaron a decenas de hondureños, retuvieron a varios de ellos a la altura de la aldea Entre Ríos, del departamento de Izabal (este), y los devolvieron en microbuses hacia la frontera del Corinto, desde donde habían ingresado como caravana para que se registraran.
Tal y como lo anunció el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, en su primer día en el cargo, las autoridades de Guatemala fueron más severos con quienes llevaran a sus hijos, pues existe un acuerdo para el libre tránsito -con previo registro con documento de identificación-. El convenio, sin embargo, exime a los menores de edad, quienes sí deben presentar pasaporte e ir acompañados de sus padres o ellos contar con un permiso de alguno de los dos.
El Ministerio de Gobernación (Interior) guatemalteco confirmó mediante una nota de prensa que “realiza operativos de seguridad” en la frontera de Corinto y también en Agua Caliete, donde “se verifica que las personas de origen hondureño que integran una caravana cumplan con sus trámites migratorios”.
Guatemala y Honduras forman parte del denominado Triángulo Norte de Centroamérica, junto a El Salvador. La región es considerada una de las más violentas del planeta y de acuerdo a organismos internacionales, cada año al menos medio millón de ciudadanos de los tres países emigra a Estados Unidos de manera ilegal en busca de mejores oportunidades de vida.
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