Los cuerpos de las víctimas, que pertenecen a la tríbu indígena Ngabé Buglé, fueron hallados enterrados en una fosa común.
De acuerdo con el Ministerio Público, el descubrimiento de este crimen ocurrió luego que algunas personas que resultaron heridas fueron internadas en un hospital.
En el lugar del hallazgo se ubicaron machetes y otras herramientas que se presumen fueron utilizados para asesinar a las víctimas.
Las autoridades investigan si las muertes tienen vinculación con una secta que opera en la zona de la masacre.
La secta que se encuentra bajo investigación fue identificada como La Nueva Luz de Dios.
“Realizaron un ritual dentro de una iglesia improvisada”, explicó el fiscal local Rafael Baloyes. “Y durante el rito hubo personas detenidas contra su voluntad y maltratadas. Todos estos ritos tenían la intención de matar a aquellos que no se habían arrepentido de sus pecados”, acotó.
El fiscal superior de Bocas del Toro, Rafael Baloyes, expresó que se vienen realizando diligencias para dar con el paradero de los implicados en este horrendo crimen.
Cabe indicar que los Ngabé Buglé son el grupo indígena más grande de Panamá y sufren altas tasas de pobreza y analfabetismo.
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