Esa área segura está ubicada en el centro de Bagdad, a orillas del río Tigris, y en ella se encuentran todas las embajadas, sedes ministeriales y otros edificios gubernamentales.
No se han reportado víctimas.
También se han registrado ataques de este tipo contra bases militares iraquíes en las que hay presencia de tropas estadounidenses, desde que Washington asesinara al comandante iraní Qasem Soleimani en un bombardeo selectivo en Bagdad la madrugada del 3 de enero.
Desde entonces la tensión se ha mantenido elevada en Irak, que también fue escenario de la represalia de Irán contra Estados Unidos pocos días después, con el lanzamiento de misiles contra dos bases en las que están destacadas fuerzas norteamericanas.
Antes de ambos ataques, la Embajada estadounidense había sido asaltada por miembros y simpatizantes de las milicias iraquíes chiíes Multitud Popular, a las que Washington responsabiliza de los ataques contra sus intereses en suelo iraquí, como el que costó la vida a un contratista de Estados Unidos el pasado 27 de diciembre.
Desde finales de octubre, se lanzaron decenas de cohetes contra soldados y diplomáticos estadounidenses en Irak, sobre todo en la Zona Verde de Bagdad. Hasta el momento no se han reportado víctimas.
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