“Esta determinación obedece a las recientes e inadmisibles expresiones del canciller Bruno Rodríguez y la permanente hostilidad y constantes agravios de Cuba contra el Gobierno Constitucional boliviano y su proceso democrático”, destaca un comunicado leído en La Paz por el canciller de Bolivia en funciones, Yerko Núñez.
“El Gobierno cubano de manera sistemática ha afectado la relación bilateral basada en el respeto mutuo, los principios de no injerencia en asuntos internos, la autodeterminación de los pueblos y la igualdad soberana de los Estados, no obstante la disposición del Gobierno de Bolivia de sostener cordiales relaciones”, concluye la nota.
Núñez, que ejerce en funciones al encontrarse fuera de Bolivia la canciller interina, Karen Longaric, mostró en una comparecencia ante los medios un mensaje en Twitter de Bruno Rodríguez en el que denuncia “vulgares mentiras de la golpista autoproclamada en Bolivia”, en referencia a la presidenta transitoria, Jeanine Áñez.
Al respecto, el canciller en funciones argumentó que el Gobierno interino de Bolivia “tiene que hacer respetar la soberanía”, ante lo que calificó de “injerías” del Ejecutivo cubano.
La embajada de Bolivia en La Habana se mantiene, aunque está previsto que salga el embajador y otro personal diplomático, para dejar solo funcionarios encargados de trámites para atender principalmente a estudiantes bolivianos en Cuba, según Núñez.
No obstante, los convenios entre ambos países quedan paralizados, subrayó.
La Cancillería de Bolivia detalló que la suspensión de relaciones es una medida simular a la ruptura, salvo que se mantiene una mínima representación diplomática en La Habana, no se retira en su totalidad al personal, para atener “asuntos humanitarios” de bolivianos con familia en Cuba.
El mensaje del canciller cubano en la red social acusa a Áñez de “servilismo” hacia Estados Unidos y le pide que explique la salida de Bolivia de médicos cubanos al poco tiempo de que asumió el poder de forma interina el pasado noviembre, que “han dejado de realizar más de 454.440 atenciones médicas”.
La Cancillería boliviana envió una carta a Bruno Rodríguez expresando su “profunda molestia y rechazo” por estas palabras.
Las críticas de Rodríguez se produjeron tras una referencia a Cuba de la mandataria transitoria en un discurso el pasado martes, en la que denunció que los pagos a médicos cubanos en Bolivia durante la etapa de Evo Morales en el poder servían para “financiar al ‘Castrocomunismo’ que tiene sometido y esclavizado a su pueblo”.
Las relaciones del Gobierno transitorio de Bolivia con el de Cuba son tensas desde que el Ejecutivo interino dio un giro radical a la política exterior respecto a la etapa de Morales, para alejarse de aliados políticos del expresidente como La Habana.
Longaric presentó a Cuba una queja por la supuesta implicación de médicos cubanos en protestas sociales en Bolivia, tras lo que fueron retirados más de 700 sanitarios que trabajaban en el país suramericano
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