‘Las fuerzas enemigas atacaron puestos militares de las fuerzas de seguridad en el distrito de Dasht-e-Archi, y en este ataque las fuerzas de seguridad sufrieron bajas, en su mayor parte del Ejército’, dijo a Efe Inamullah Rahmani, portavoz de la Policía de la provincia de Kunduz, donde ocurrieron los hechos, sin aportar más detalles.
El director adjunto de Consejo Provincial de la provincia, Safiullah Amiri, fijó en trece el número de víctimas mortales entre las fuerzas de seguridad y en doce el de heridos.
‘Doce (de los fallecidos) pertenecían al Ejército y uno era policía’, especificó Amiri.
Un segundo funcionario de la administración provincial, que pidió el anonimato, afirmó a Efe que tres soldados afganos se encuentran en paradero desconocido mientras que los talibanes ‘también sufrieron bajas en este ataque, aunque el número aún no está claro’.
Un portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, reivindicó la autoría del atentado en un comunicado.
‘En este ataque de los muyahidín (guerrilleros), 35 soldados murieron y cuatro fueron detenidos con vida’, dijo Mujahid.
Esta operación tuvo lugar un día después de que los talibanes se atribuyeran el derribo de un avión estadounidense que hacía labores de inteligencia en el este de Afganistán.
Las fuerzas estadounidenses en Afganistán informaron ayer de que habían recuperado los restos mortales de dos personas al tiempo que aseguraron que no han encontrado indicios de que el suceso fuese causado por fuego enemigo.
Estos hechos tienen lugar mientras talibanes y estadounidenses sostienen en Catar conversaciones de paz, que según afirmaron recientemente los insurgentes se encuentran muy avanzadas, con la firma de un acuerdo cada vez más próxima.
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