“Es la primera muerte registrada fuera de China” por esta causa, dijo Rabindra Abeyasinghe, representante de la OMS en el archipiélago.
Este anuncio tuvo lugar mientras numerosos países cierran sus fronteras a las personas procedentes de China. El coronavirus 2019-nCoV, transmisible entre humanos, ya contaminó a más de 14,000 personas en China y se propagó por 24 países.
El gigante asiático, cuyo crecimiento ya sufría una ralentización antes de la epidemia, anunció una inyección de 1.2 billones de yuanes (175.000 millones de dólares) para apoyar a la economía del país.
El banco central efectuará la operación el 03 de febrero. Esto será cuando vuelvan a abrir los mercados financieros tras las vacaciones de Año Nuevo, prorrogadas a causa del coronavirus.
Ante la propagación imparable de este nuevo coronavirus, numerosos países, entre ellos Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Irak e Israel, cerraron sus fronteras al ingreso de viajeros provenientes de China en una desesperada tentativa de limitar su exposición a la epidemia.
El virus ya alcanzó a más de una veintena de países, incluyendo España, el Reino Unido, Alemania, Rusia y Suecia, mientras que África y América Latina parecían de momento exentas de la epidemia.
En América Latina los gobiernos de Guatemala y El Salvador ya suspendieron el ingreso a su territorio a personas procedentes de China.
La muerte en Filipinas se anunció justo después de que Manila decretara el cese inmediato de la entrada de todos los visitantes extranjeros desde el gigante asiático. En paralelo, continuaban las operaciones de repatriación de los extranjeros que se encontraban en la zona afectada.
El virus está presenté en más de 25 países.
En China, según el último balance el 02 de febrero, el número de muertos ascendía a 304, 45 de ellos en las últimas 24 horas. El número de contagios confirmados subió a casi 14,500.
Estas cifras de contagio superan a las de la epidemia del SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo). Esto es porque mató a 774 personas, sobre todo en China y Hong Kong, entre 2002 y 2003. Para intentar frenar la propagación del virus, Pekín impuso medidas drásticas y limitó los desplazamientos de personas.
Desde el 23 de enero, unos 56 millones de habitantes están confinados en la provincia de Hubei y su capital Wuhan, la metrópolis de 11 millones de personas donde se detectó el brote.
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