Lozoya se escondía en una urbanización malagueña, donde fue localizado por la Policía en cumplimiento de una orden de busca y captura internacional por su presunta implicación en la trama de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
Director de Pemex entre 2012 y 2016, con el Gobierno de Enrique Peña Nieto, Lozoya estaba en busca y captura desde mayo de 2019. En julio del pasado año se detuvo a su madre en Alemania acusada de lavado de dinero.
Según informó ayer la Policía Nacional, el presunto fraude lo habría cometido entre 2012 y 2013 como presunto responsable de un «entramado de corrupción».
A partir de la orden de busca y captura dictada en mayo del pasado año, los investigadores españoles obtuvieron indicios de su presencia en distintas localidades españolas, pero su «alto poder adquisitivo y sus lazos internacionales complicaban su localización».
Finalmente, tras nueve meses de investigaciones, las pesquisas llevaron a la Policía hasta Málaga, donde fue detenido en los alrededores de una urbanización por agentes del Grupo de Localización de Fugitivos Internacionales y agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO).
Las autoridades mexicanas solicitan la extradición, aunque previsiblemente el juez le comunicará su procesamiento, le tomará declaración y acordará medidas cautelares, como la prisión provisional, si así lo piden las partes.
Una vez cumplimentado ese trámite, la Fiscalía mexicana tendrá que aportar la documentación que justifique la reclamación y, en el caso del que el detenido no acceda a su entrega voluntaria, la Audiencia Nacional decidirá si lo extradita o no.
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