La Audiencia Nacional ha iniciado este lunes el juicio de Isabel M.G.D.S., para quien el fiscal pide 21 años de prisión por participar supuestamente en el secuestro de una ciudadana francesa llamada Nancy en un apartamento de San Miguel de Allende, una ciudad situada en el estado mexicano de Guanajuato, donde la mantuvieron retenida desde el 13 de marzo hasta el 30 de mayo de 2017.
Durante ese tiempo la sometieron a torturas e incluso la cortaron un dedo para enviárselo a su marido, Alain, con quien vivía en México y así exigirle el pago de seis millones de dólares.
Según el fiscal el 30 de mayo de 2017 fue liberada en la zona de Cienaguita tras ser alertados los secuestradores que la custodiaban por la acusada de que su marido había sido detenido.
«No tengo nada que ver con todo esto», ha recalcado Isabel M.G.D.S., quien ha recordado que en 2012 se fue a vivir a México con dos hermanas suyas y que allí se casó en 2015 con el director de una escuela que llevaba muchos años viviendo en San Miguel de Allende, donde era «muy querido» y que todos conocían como Ramón Alberto G.V..
La acusada ha asegurado que durante los años que estuvo con él le ocultó que no era mexicano y que su verdadera identidad es Raúl E.P., un conocido exguerrillero chileno conocido como «comandante Emilio» y que estaba reclamado por su país por un supuesto delito de atentado terrorista con resultado de muerte de un senador.
La acusada ha asegurado asimismo que desconocía que un apartamento que compró su marido en San Miguel de Allende fuera la vivienda utilizada para el secuestro y ha mantenido que éste le dijo que lo había adquirido para dárselo a un hijo que tenía con una anterior esposa y que lo habían dejado en alquiler.
Isabel M.G.D.S. ha explicado que un matrimonio amigo suyo le había presentado a su vecino Alain, que tenía una casa en la playa, donde ella celebró la boda con el hombre que dijo llamarse Ramón Alberto G.V..
Pero ha asegurado que a Nancy no la conocía porque no fue al banquete y además vivía en otra casa.
La acusada ha negado que tras el secuestro ella llamara a Alain para asegurarse de que obedecía la consigna de los secuestradores de que no avisara a la Policía.
Ha indicado que le llamó porque era amigo suyo, tenía párkinson y no hablaba bien español pero que solo habló con él cinco segundos porque le colgó el teléfono y no volvió ya a contactar con él.
Isabel M.G.D.S. ha recordado que cuando fue detenido su marido le llamó de una forma «muy fría» para decirle que le enviara un abogado. «Fue la última vez que hablé con él y estaba irreconocible».
Ha negado que huyera a España como mantiene el fiscal sino que decidió volver a su país una vez que la Policía mexicana le dijo que su marido estaba implicado en el secuestro y ha añadido que ya cuando estaba con una de sus hermanas en Denia (Alicante) es cuando se enteró en internet de la noticia de que estaba buscado al estar reclamado en Chile. «Fue una pesadilla total», ha dicho.
Y ha apostillado: «Salí aterrorizada pues no sabía qué había detrás de este hombre»».
En la vista han testificado dos hermanas de la acusada que han apoyado su versión de los hechos, una de las cuales, la que se encontraba con ella en Denia, ha recordado que «fue devastador comprobar que el hombre que se casó con ella era un criminal asesino buscado por Interpol».
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