Catorce estados participan este martes en una megavotación de primarias, conocida como «supermartes», animada por al reacomodo de las fuerzas en el Partido Demócrata en el que se presenta como favorito el senador Bernie Sanders, mientras el exvicepresidente Joe Biden sigue sumando apoyos.
La jornada es crucial y no es para menos: 1.357 delegados estarán en disputa y podrán definir al futuro candidato que deberá sumar en total 1.991 delegados para alzarse con la nominación.
De ahí que la atención está concentrada en estados como California, que con sus casi cuarenta millones de habitantes reparte 415 delegados en el proceso demócrata, y Texas, que otorga 228.
También se votará, bien sea primarias o caucus, en Colorado, Carolina del Norte, Virginia, Alabama, Arkansas, Maine, Massachusetts, Minesota, Oklahoma, Tennessee, Utah, Vermont y en el territorio de la Samoa estadounidense.
Sanders aparece este martes con las apuestas a su favor en al menos ocho de esos estados, incluidos los grandes premios de California y Texas, además de en otros importantes del oeste como Colorado y Utah.
Después de cuatro elecciones en Iowa, Nuevo Hampshire, Nevada y Carolina del Sur, el veterano senador cuenta con 60 delegados. Pero esta votación pondrá igualmente a prueba la fortaleza de las alianzas que se tejieron en las horas previas a la apertura de los puntos de votación.
La senadora Amy Klobuchar y el joven exalcalde de South Bend (Indiana) Pete Buttigieg abandonaron en vísperas del «supermartes» de hoy sus aspiraciones, contra todo cálculo, para sumarse a la de Biden, quien visitó Texas este lunes robustecido por su victoria en Carolina del Sur.
Biden recibió igualmente en la víspera el apoyo del excandidato y excongresista texano Beto O’Rourke y de otras tantas figuras demócratas, como el senador por Nevada Harry Reid o el exastronauta y candidato al Senado por Arizona Mark Kelly.
Estos apoyos y la abierta simpatía de la comunidad afroamericana hacia el exvicepresidente del primer presidente negro de EE.UU., Barack Obama (2009-2017), pueden ser decisivas este «supermartes», en el que está parece dispuesto el terreno para enfrentar a moderados contra el ala más izquierdista del Partido Demócrata.
La gran incógnita del «supermartes» sigue siendo qué conseguirá el multimillonario y exalcalde de Nueva York, Mike Bloomberg, que se sumó tarde a la contienda demócrata, se estrena hoy en unas primarias tras haber decidido no competir en los cuatro primeros estados en votar.
El exalcalde de Nueva York lleva a cabo una ingente campaña publicitaria con anuncios de televisión, radio y medios por internet, y se ha ofrecido a gastar hasta 1.000 millones de dólares de su fortuna para derrotar al presidente republicano Donald Trump en las elecciones del 3 de noviembre, incluso si finalmente no es elegido como el candidato demócrata.
Estrella Digital