El día comenzó con la confirmación por parte del presidente de Perú, Martín Vizcarra, del primer contagiado por la enfermedad en su país, un joven de 25 años que estuvo de vacaciones en Europa y que se encuentra en aislamiento domiciliario y sus familiares están siendo evaluados por el Centro Nacional de Epidemiología y Control de Enfermedades.
Ya en horas de la tarde, la vecina Colombia también anunció que el COVID-19 había llegado a través de una joven de 19 años que viajó a la ciudad italiana de Milán y que ahora está aislada en su domicilio bajo supervisión médica, al igual que 16 contactos cercanos, ‘personas de su grupo familiar y contactos sociales’.
Minutos después, la cartera sanitaria de Costa Rica informó que una turista estadounidense de 49 años se convirtió en la primera persona que padece la enfermedad en ese país centroamericano y que su esposo está siendo evaluado como un caso ‘altamente sospechoso’.
Este viernes también se informaron los dos primeros casos de COVID-19 en la isla caribeña de Martinica, territorio francés de ultramar, que se suman a los contagios ya presentes en San Bartolomé y San Martín (parte francesa), los otros territorios del país europeo en el Caribe donde está el coronavirus.
La enfermedad también está presente en América en Brasil, donde tras 5 casos nuevos ya hay 13 enfermos y 768 casos sospechosos; Argentina, que al final de la tarde anunció que subieron de 2 a 8 los infectados; Ecuador, República Dominicana, Chile, Canadá y Guayana Francesa.
Sin embargo, la situación más difícil sigue siendo la de EE.UU. el único país americano donde la enfermedad ha dejado muertos: 12 según cifras oficiales y al menos 15 de acuerdo con The New York Times, que también asegura que ya hay más de 250 casos en todo el país, por encima de los 210 que contabilizan los gubernamentales Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Algo a lo que se suma la preocupación por el crucero Grand Princess, cerca de las costas del norte de California (oeste), donde más de 2.500 pasajeros siguen en cuarentena, con al menos 50 personas, entre tripulación y pasajeros, esperando los resultados de pruebas de detección.
La alerta de la embarcación se desató después de que un californiano de 71 años, que estuvo la primera parte del trayecto del crucero, murió el miércoles en el Condado californiano de Placer a causa del COVID-19.
Pero lo más crítica dentro de EE.UU. se sigue viviendo en el estado de Washington (noroeste), donde se han presentado las otras 11 muertes que oficialmente se contabilizan, algo que llevó hoy a la Universidad de Washington a cancelar las clases presenciales en Seattle y alrededores, la primera institución universitaria pública en hacerlo.
Aunque el mandatario Donald Trump firmó este viernes el proyecto que autoriza el desembolso de 8.300 millones de dólares para combatir la propagación del coronavirus, las pruebas para detectar la enfermedad no son ‘suficientes’, tal como reconoció la víspera el vicepresidente Mike Pence, quien lidera la respuesta del Gobierno a la crisis sanitaria.
Por ejemplo, el Departamento de Salud Pública de California sólo tiene 7.400 pruebas para el fin de semana, de acuerdo al diario Los Angeles Times, que señala que hay más de 9.000 personas en ese estado que han regresado recientemente de países que sufren brotes severos, aunque solo se han examinado a 516 personas hasta este viernes.
Pese a que América sigue siendo uno de los continentes con menos incidencia del COVID-19, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) dio a conocer hoy que enviará a partir de la semana que viene ‘equipos que irán a países particulares con los sistemas sanitarios más débiles’ para vigilar su respuesta y gestión frente al virus.
Dichos equipos irán a ‘Haití, Venezuela, los países de la corona de la Guayana, los Estados de las islas caribeñas y otros países de Centroamérica y Suramérica, como Nicaragua, Honduras, Guatemala, Bolivia y Paraguay’.
Para hacer frente a la expansión del nuevo coronavirus se ‘necesita dar una fuerte respuesta multisectorial’, según dijo en una rueda de prensa en Washington la directora de la OPS, Carissa F. Etienne, quien indicó que ‘la región ha visto un gran compromiso de muchos países’, que están preparados para dar esa respuesta.
Los afectados en el continente representan solo una pequeña fracción de los casos en al menos 94 países del mundo, donde se estima que ha dejado 3.380 muertos y 98.192 contagiados, siendo China con 3.045 fallecidos y 80.711 infectados la nación más afectada, de acuerdo con las cifras oficiales más recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aparte de la problemática de salud, el coronavirus sigue afectando otros aspectos de la sociedad, como en Austin (Texas, EE.UU.), donde se anunció la cancelación del festival South by Southwest (SXSW), previsto para entre el 13 y el 22 de marzo y la primera vez en 34 años que el evento no se realizará.
También en Miami los organizadores del festival de música electrónica Ultra, que se iba a celebrar del 20 al 22 de marzo, anunciaron su cancelación por culpa del COVID-19, al igual que el tradicional Festival de la Calle Ocho, que comenzaba el 15 de este mismo mes.
En Brasil, los responsables del Salón del Automóvil de Sao Paulo, uno de los principales eventos anuales del sector en Latinoamérica, cancelaron la edición de 2020, después de que más de una docena de marcas manifestara su retirada del evento.
Y en México, la misión papal prevista para finales de marzo para asesorar a la Iglesia católica local en la lucha contra los abusos sexuales fue suspendida luego de que la Santa Sede cancelara toda actividad en el extranjero debido a la crisis desatada por el coronavirus
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