«Nuestros viajes se reducirán considerablemente. Ya no se permitirán reuniones al aire libre y no podremos estar con nuestros amigos. Se trata de limitar los contactos en la medida de lo posible», ha explicado Macron en un mensaje a la nación.
«En todo el territorio francés solo se deben realizar los desplazamientos necesarios, para comprar, respetando las distancias, para recibir tratamiento médico, para ir a trabajar (…) Todas las empresas deben organizarse para facilitar el trabajo en remoto y cuando ello no sea posible, tendrán que adaptar su organización», ha añadido, al tiempo que ha advertido de que «cualquier incumplimiento será penalizado».
Macron ha destacado que la decisión ha sido por «acuerdo unánime» con los líderes de los partidos políticos. «Estamos en guerra, en una guerra de salud, por supuesto, pero el enemigo está aquí, invisible, esquivo», ha arengado.
En respuesta, Macron se ha propuesto luchar «día y noche» contra la epidemia. Para hacerlo «todas las reformas se suspenden, comenzando por la reforma de las pensiones».
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