El molesto tópico de la democracia interna y las elecciones primarias en los partidos vuelve una vez más a la escena política, luego de casi 8 meses de aprobarse en el Congreso disuelto la última modificación sobre este tema en la Ley de Organizaciones Políticas, Ley 28094.
Ahora, cuatro bancadas del Congreso 2020 buscan cada una, y con sus propios planteamientos, un cambio sustancial de la normativa vigente, aprovechando, como sostiene el politólogo Fernando Tuesta, el coronavirus para prosperar.
Se trata de Acción Popular, Podemos Perú, Somos Perú y el Partido Morado, representaciones que apuntan a modificar las características y directrices de la democracia interna de cara a las elecciones generales del 2021.
Lo particular de estas iniciativas, sin embargo, es la oportunidad en que llegan: justo después de que el presidente Martín Vizcarra manifestara sus dudas sobre la posibilidad de llevar a cabo este proceso electoral en las agrupaciones políticas.
“¿Podría haber [elecciones primarias] en estas condiciones? Yo lo veo difícil”, se preguntó y respondió a sí mismo, el martes 14 de abril, Vizcarra, en medio de uno de sus reportes televisados sobre el balance de la situación del estado de emergencia.
Y de inmediato, tras escuchar al jefe de Estado, las bancadas pusieron a andar la maquinaria legislativa, y cayeron una a una sus propuestas en la Mesa de Partes del Congreso.
La primera de estas propuestas llegó desde la bancada de Podemos Perú, el mismo 14 de abril en que Vizcarra manifestaba sus dudas sobre la democracia interna.
Dos días después, el jueves 16 de abril, Acción Popular llegó al Congreso con su proyecto propio.
Y el 17 de abril ingresaron al Legislativo dos iniciativas que abordaban, cada uno a su modo, el mismo tema de la democracia interna: por un lado la elaborada propuesta del Partido Morado, y por el otro el más sucinto y acotado documento de Somos Perú.
Aunque con fórmulas diferentes cada uno, los cuatro proyectos de las cuatro agrupaciones políticas interesadas en el tema de la democracia interna, coinciden en algunos aspectos, el más trascendental quizá, el que apunta a que no se lleven a cabo de la manera en que esperaba el Ejecutivo.
Cuando el fujiaprismo se imponía
Pero si del proyecto de democracia interna del Gobierno del presidente Vizcarra se habla, inevitable en la crónica de su paso por los pasillos del Congreso es la actuación del fujiaprismo y sus satélites en la ahora disuelta representación nacional.
Todo inició el 4 de junio de 2019. Salvador del Solar presidía entonces el Consejo de Ministros y, con aplomo, se presentó ese martes en el Congreso de la República, llevando consigo un paquete de reformas políticas que acompañó con una cuestión de confianza dura y frontal.
En medio del paquete, algo opacada por otras propuestas más llamativas —como la que proponía modificar la inmunidad parlamentaria—, viajaba la iniciativa legislativa 4187, cuyo planteamiento promovía una modificación a la Ley de Organizaciones Políticas para que los candidatos sean elegidos, en un proceso electoral abierto, simultáneo y obligatorio, tanto por los afiliados de la organización como por los ciudadanos en general.
Luego de la presentación de Del Solar, el proyecto 4187, junto con los otros que comprendían la reforma política, flotaron en un vaivén de desinterés en la Comisión de Constitución que presidía la entonces fujimorista Rosa Bartra, y que luego, en la siguiente legislatura, volvería a presidir.
Pero a diferencia de los otros proyectos de la reforma política, que tardaron un buen tiempo en llegar a concretarse —aunque con algunas “desnaturalizaciones”, como las calificó el Ejecutivo—, el de democracia interna llegó más temprano que tarde a una propuesta final.
El 8 de julio de 2019, la Comisión de Constitución que dominaba el fujiaprismo expidió un dictamen sobre este proyecto; sin embargo, la iniciativa legislativa no habría llegado a buen puerto sin la participación activa del Ejecutivo.
En verdad, la diferencia entre el Congreso y el Gobierno en ese momento y por ese proyecto específico se superó de manera diplomática, es decir dialogando.
El sábado 6 de julio, el entonces primer ministro Salvador del Solar sostuvo una reunión en la sede de la Presidencia del Consejo de Ministros con un grupo de parlamentarios de diferentes bancadas, entre las que se contó al fujimorismo.
En dicha reunión, según indicó el entonces congresista Gino Costa, que era parte de la bancada Liberal, Del Solar presentó un nuevo planteamiento para el proyecto de democracia interna. Antes, por supuesto, le aseguró a sus invitados que tenía el visto bueno del presidente Vizcarra.
El nuevo planteamiento le ofrecía una salida ventajosa a los partidos políticos que, era evidente entonces, se oponían al sistema de democracia interna que proponía el Ejecutivo.
En realidad, les daba la chance de no verse incluido en la obligatoriedad de aplicar el nuevo mecanismo de cara a las elecciones generales de 2021, a diferencia de la propuesta inicial —la impulsada por la Comisión Tuesta—, que buscaba que todas las organizaciones políticas se adecuaran al nuevo sistema.
En síntesis, el nuevo planteamiento que ofrecía el Ejecutivo al Congreso le permitía a las agrupaciones políticas llevar a cabo sus procesos de democracia interna solo con sus militantes, y ya no con toda la ciudadanía en general.
Fue este planteamiento el que finalmente salió adelante y se aprobó en el Pleno del Congreso, y, a la fecha, se encuentra vigente en el Título V de la Ley de Organizaciones Políticas.
Pero las cosas podrían cambiar o, al menos, empezar a cambiar desde el próximo lunes 20 de abril, cuando se instale virtualmente la nueva Comisión de Constitución, que presidirá Omar Chehade, y que tendrá la responsabilidad de evaluar en su totalidad todos estos nuevos proyectos.
Aprovechando el coronavirus
Cuatro iniciativas legislativas llegaron al Congreso en los últimos días, todas con la intención de modificar el proceso de democracia interna ya establecido en la Ley de Organizaciones Políticas.
El sumario es el siguiente:
1. Proyecto 05020/2020-CR, de Podemos Perú:
Ley excepcional para garantizar la correcta ejecución de las elecciones generales del año 2021, en el marco de la emergencia nacional sanitaria del COVID-19
2. Proyecto 05027/2020-CR, de Acción Popular:
Ley que agrega la primera disposición transitoria final a la Ley de Organizaciones Políticas, Ley 28094
3. Proyecto 05031/2020-CR, del Partido Morado:
Ley que modifica la legislación electoral para la realización del proceso de elecciones generales 2021, a causa del COVID-19
4. Ley 05032/2020-CR, de Somos Perú:
Ley que garantiza y precisa la realización de las elecciones generales del año 2021 ante el eminente riesgo de propagación del COVID-19
Como es visible, casi todas las propuestas mencionadas tiene en sus rótulos a la COVID-19, pues es al amparo de las circunstancias de la pandemia que proyectan frenar el avance de la reforma política, o, como lo considera Tuesta, llevar a cabo una “contrarreforma”.
Cuatro proyectos, un objetivo
En el caso de la iniciativa de Podemos Perú (PL-05020/2020-CR), la bancada que lidera Daniel Urresti, y que se ha manifestado en contra de las elecciones primarias abiertas, plantea la suspensión de las normas que modificaron la Ley Orgánica de Elecciones y la Ley de Organizaciones Políticas el año pasado.
Es decir, dejar en suspenso la reforma que emprendió el Gobierno.
Pero en seguida, el proyecto de Podemos Perú plantea también lo siguiente: la «restitución de las disposiciones de la Ley Orgánica de Elecciones y de la Ley de Organizaciones Políticas» para las elecciones generales de 2021.
Es decir, retroceder y volver a las reglas de juego anteriores a la modificación que emprendió la reforma del año pasado.
Otros aspectos que aborda la iniciativa de Podemos Perú:
Paridad y alternancia: listas de candidatos al Congreso deben incluir un número no menor del 40% de mujeres o de varones de forma alternada.
Inscripción, suspensión, cancelación de partidos: las organizaciones políticas que se inscribieron antes de que la ley entre en vigencia, no deben adecuarse a sus lineamientos para participar en las elecciones generales de 2021.
En el caso de Acción Popular, su proyecto (PL-05027/2020-CR), presentado por Manuel Merino de Lama, actual presidente del Congreso, plantea lo siguiente: agregar una disposición transitoria final a la Ley de Organizaciones Políticas para que, “de manera excepcional, se apliquen reglas específicas al proceso de democracia interna a los partidos políticos de alcance nacional a efectos de facilitar el proceso de elecciones generales del 2021”.
Esta disposición transitoria final contempla, en pocas palabras, que se apliquen solo algunas disposiciones «al proceso de democracia interna dentro de los partidos políticos”.
Estas disposiciones son las siguientes:
-Elecciones internas (solo militantes) y no primarias abiertas (sin la ciudadanía).
-El partido tiene la facultad para determinar cuál será la modalidad para elegir a los candidatos. Puede ser por voto de los no afiliados; voto de los afiliados; o a través de delegados.
-Los partidos puedan puedan disponer de una décima parte del número de candidatos para designaciones directas.
-”El número de mujeres u hombres no puede ser inferior al 45% del total de los candidatos», y queda en potestad de los partidos velar porque haya “una debida representación en las listas”. Asimismo, establece que no haya “aglomeración de cualquier género en cualquiera de los extremos de las listas”.
Por parte del Partido Morado, su proyecto (PL-05031/2020-CR), presentado por Carolina Lizárraga, propone lo siguiente en su artículo 3:
“Suspensión de la vigencia del título V de la Ley N° 28094, Ley de Organizaciones Políticas”.
Es decir, la suspensión de todas las normas vigentes sobre la democracia interna.
Y, también, plantea que se elija a los candidatos a las elecciones generales del 2021 “bajo la modalidad de elecciones con voto universal, libre, voluntario, igual, directo y secreto de los afiliados”.
Es decir, que deja fuera también a toda la ciudadanía, como lo planteaba la propuesta del Ejecutivo.
Entre otros aspectos, la propuesta del Partido Morado recoge la reincorporación de los peruanos residentes en el extranjero, que por omisión durante la gestión de Bartra al frente de la Comisión de Constitución, fueron dejado de lados en la norma.
Finalmente, Somos Perú planteó en su proyecto (PL-05032/2020-CR) una salida diferente para el proceso de democracia interna en los partidos políticos.
De manera acotada, Somos Perú propuso que los candidatos a la presidencia, vicepresidencias, y listas al Congreso del a República, sean elegidos “a través de delegados elegidos democráticamente por los órganos electorales partidario”.
Es decir, sin borrarlas directamente, la propuesta también contempla dejar de lado la reforma planteada por el Ejecutivo, pues da preferencia a un proceso cerrado y ni siquiera con la participación universal de sus afiliados, sino a través de delegados.
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