Debido al aislamiento social obligatorio, medida adoptada por el gobierno peruano para hacerle frente a la pandemia del coronavirus (COVID-19) en nuestro país, la naturaleza ha mostrado su mejor rostro. Ese es el caso del río Rímac, que tras la cuarentena presenta aguas cristalinas.
El presidente del directorio de Sedapal, Francisco Dumler indicó que esto se debe a que hay un registro de un 90% menos de arrojo de desperdicios sólidos por parte de la ciudadanía y de las fábricas situadas cerca del río.
“Se ha reducido en casi 90%, es decir no llegamos a más de una tonelada de basura y de escombros. Todas estas empresas que se dedican a sacar material de cantera y están en los lechos de los ríos y que enturbian el agua no están en este momento operando”, declaró Francisco Dumler en diálogo con “TV Perú”.
Asimismo, señaló que esto se comprobó tras verificar las esclusas de la Atarjea, donde ya no se observa gran cantidad de bolsas de basura, maderas y todo tipo de residuos como era habitual antes de la cuarentena.
– ANA comprueba reducción de basura en el río Rímac-
Por otro lado, el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), a través de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), verificó un cambio de color a la altura de la zona de Chosica y Chaclacayo. En el tramo de los distritos El Agustino, Rímac y San Martín de Porres sucede lo mismo, pero en menor proporción.
Ante esta situación, la ANA, explicó que la turbidez y sólidos en suspensión del río se debe a la ausencia de material flotante de origen antrópico (actividades productivas clandestinas sin operación) y la disminución de arrojo de basura, así como de la extracción de material de acarreo, lo cual ha influenciado en el mejoramiento de la calidad del agua por su capacidad de autodepuración de marea natural.
De acuerdo con las últimas evaluaciones en el año 2019, el río Rímac es aquel con mayor cantidad de parámetros que incumplen los Estándares de Calidad Ambiental (ECA) por la presencia de coliformes termotolerantes y ciertos metales y metaloides.
En ese sentido para su potabilización demandan de una mayor cantidad de insumos químicos para entregar un producto de calidad y llegar a los hogares.
Por otro lado, Flor de María Huamani Alfaro, especialista de la ANA, comentó que se debe tener en cuenta que la temporada de lluvias está pasando y eso también contribuye a bajar la turbidez del agua y como consecuencia el agua mejora su color.
“El estado de emergencia ha permitido observar el impacto al que se ven sometidos los recursos hídricos y sus bienes asociados (ríos, faja marginal, canales de riego, entre otros) por la acción del hombre. Por ello, es importante que tomemos conciencia y consideremos que el agua de nuestros ríos y canales de regadío, son para consumo humano y agrícola, por lo que no deben ser zonas de arrojo de basura o desmonte” sostuvo.
Dato:
El río Rímac abastece más que del 80% de agua a la ciudad de Lima. El río Rímac se origina en la cordillera de los Andes a una altitud de 5,500 metros sobre el nivel del mar (msnm) en el Nevado Paca y la laguna Ticticocha (4,700 msnm), aproximadamente a 132 kilómetros al noreste de la ciudad de Lima.
Estrella Digital