No saben si reír o llorar los cientos de estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) porque ante la crisis y el estado de emergencia por el Covid-19 que azota al país, esta casa de estudios empezó la devolución del 3.1% que había incrementado a las pensiones para el ciclo 2020-1. Los montos devueltos en la boleta de los universitarios oscilan entre 1.70 céntimos hasta 2.00 y 4.80 soles (Cuatro soles con 80 céntimos)
Hace unos días la PUCP a través de un correo dirigido a sus alumnos informó la decisión de “suspender el aumento por lo que se generarán las devoluciones y que además recibirán una nota de crédito por concepto de devolución por el derecho de matrícula, que se aplicará a su favor”.
Es así que se conoció el caso de un padre de familia que en marzo pagó S/. 1,600 por concepto de pensión más matrícula y que ha recibido la devolución de 2.80 céntimos. Esta es una de las escalas más bajas porque en las primeras escalas un alumno paga S/ 10,006.51 por su pensión mensual.
Esta situación a generado malestar e indignación del alumnado que difunde su queja a través de la redes sociales que va desde la protesta a través de memes hasta la convocatoria de la Red de Afectados PUCP a “no pagar la boleta hasta que se reduzca el sobrecosto”.
“Consideramos injusto seguir pagando el mismo precio del año pasado y una burla las acciones que la PUCP viene tomando demostrando su poca empatía y criterio con la situación que miles de estudiantes están pasando en este momento”, señala el comunicado de la Red de Afectados PUCP.
Otro grupo estudiantil que protesta es el Group PUCP, que cuenta con 51 mil miembros, señala que no realizarán el pago hasta llegar a un acuerdo bilateral entre alumnos y la universidad.
Asimismo los reclamos de los alumnos no sólo se centran en el alza injustificada de las pensiones, sino que además está situación ha afectado sustancialmente la calidad de la enseñanza.
Ellos insisten que se les está cobrando el mismo monto en sus boletas por recibir menos tiempo de clases -según señalan- se encuentran matriculados en clases de tres horas, pero que solo reciben la tercera parte de las mismas.
“Somos víctimas de un plan de enseñanza virtual que ha sido armado en pocas semanas, los docentes no tienen buena conexión a internet y las clases son de muy mala calidad, además se asignan trabajos virtuales que no responden al objetivo del tema, debemos ver videos tutoriales para complementar lo que no se nos ha enseñado en clases y que incluso han obligado a algunos alumnos de retirarse de sus cursos de tesis”, denuncia un alumno que prefirió guardar su nombre en reserva.
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