El primer ministro luso, António Costa, incidió hoy en que el levantamiento del estado de emergencia, que dará paso a la declaración del estado de «calamidad», se hará progresivamente y en función de los resultados para evitar que se dispare el contagio.
Costa subrayó la importancia de la «auto-disciplina» demostrada por los portugueses para acatar las medidas de confinamiento y advirtió de que, mientras no haya vacuna, si la curva de expansión del virus vuelve a crecer, habrá que «dar un paso atrás».
El control de la enfermedad en Portugal está vaciando progresivamente las Unidades de Cuidados Intensivos de los hospitales, que ahora tienen una ocupación del 57 %, según explicó hoy el secretario de Estado de Salud de Portugal, António Sales.
Sales insistió en que la estrategia de las autoridades sanitarias portuguesas pasa por practicar masivamente test de diagnóstico de coronavirus y recordó que desde el pasado 1 de marzo ya han sido realizadas 357.000 pruebas.
«En la última semana se hicieron 12.800 test diarios», dijo.
Además, técnicos portugueses ultiman una aplicación para móviles que permitirá rastrear contagios del COVID-19 en el país, que será de uso voluntario y facilitará a los usuarios saber si han estado en contacto con algún paciente que daba positivo
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