La tecnología es usada por los agresores sexuales, que bajo la modalidad del grooming, captan a menores de edad con engaños. Luego de ganarse su confianza, cometen abusos sexuales contra ellas.
En la última semana, el Poder Judicial de Cusco sentenció a cada perpetua a Diego Velarde Mamani (27) por el delito de violación sexual contra una escolar de 13 años de edad.
El condenado, en abril del año pasado contactó a su víctima vía Facebook, la citó a su domicilio en el distrito de Santiago donde la violentó sexualmente. Registró el crimen en su celular.
El Jefe de la División de Investigación Criminal (Divincri), coronel PNP, Edwin Macedo, refirió que los criminales aprovechan el periodo de confinamiento donde los menores pasan más tiempo en las redes sociales para captarlos.
En lo que va del estado de emergencia, la Policía capturó a dos depravados a punto de conseguir su cometido. “Grooming es una práctica de acoso y abuso sexual en contra de niños y jóvenes que, en la mayoría de los casos, sucede a través de las redes sociales” explicó el oficial.
El modo de operar de los criminales está en ganarse la confianza de sus potenciales víctimas, fingiendo ser menores de edad, tras el contacto virtual envían una serie de imágenes de contenido sexual (pornografía), incitan a los menores a responder con fotos o imágenes íntimas que luego serán utilizadas para chantajearlos si no acceden a sus bajas pasiones.
Los depravados registran o graban sus aberraciones, imágenes que serán utilizadas para continuar con el chantaje.
A su turno la presidente de la Corte Superior de Justicia de Cusco, Miriam Pinares refirió que los menores de edad son muy vulnerables a caer en las redes de los acosadores, por lo que recomendó a los padres estar pendientes a las actividades de sus hijos y el uso de las redes sociales.
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