Perú será el segundo país con la peor caída económica de América Latina y el tercero a nivel mundial, reveló este lunes el informe Perspectivas Económicas 2020 del Banco Mundial.
Carlos Arteta, economista principal del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial, explicó que la contracción del PBI de Perú para este año se debe, en parte, a que «a pesar de tomar medidas a tiempo está viviendo una tasa de contagios grave, y ”. Ello, sin contar que la caída de la inversión también se colapsaría en 12%, prevé el economista.
El informe rebaja las proyecciones para Perú a -12% para este 2020, ubicándonos así en el tercer lugar a nivel mundial con la peor estimación económica, solo detrás de Belize (-13,5%) y Maldives (-13%). Mientras que para el 2021, nuestra tasa de PBI crecería a un 7%.
Pese a ello, Arteta señala que el crecimiento del próximo año será insuficiente para volver a los niveles del Producto Bruto Interno (PBI) previo a la pandemia, e indica que se necesitarán de por lo menos dos años para la recuperación económica a nivel regional.
“El crecimiento del próximo año será bastante insuficiente para recuperar el terreno perdido, el nivel de PBI será bastante menor a lo que esperábamos. Esperamos que se mantenga bajo al menos un par de años si es que todo sale como esperamos que salga, que el precio de las materias primas se estabilicen, la pandemia se controle, que el flujo de capitales y remesas se normalicen”,apuntó.
Pobreza y capital humano
A nivel de América Latina, el Banco Mundial proyecta una reducción de los ingresos por persona cercanos al 8%, mientras que a nivel mundial la tasa se contraerá en 3,6%, producto de la emergencia sanitaria y económica.
Lo anterior generaría que más de 100 millones de personas en el mundo vuelvan a la pobreza, según el estimado de Arteta, aunque las cifras oficiales todavía se publicarían en los próximos días.
Para el economista del Banco Mundial, los niveles de pobreza y pobreza extrema repercutirán en el acceso a servicios básicos a la población más joven, afectando el nivel de capital humano necesario para el desarrollo de los países emergentes. En esa línea, recomendó a los gobiernos a fortalecer sus sistemas de salud y redes de protección social.
“Y los mercados emergentes con capacidad de maniobra fiscal deberían considerar enfrentar estímulos nacionales, que vayan acompañados de sostener los marcos fiscales, y la eficiencia del gasto y transparencia fiscal”, finalizó.
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