Trabajadores del hotel María Angola han denunciado a Salvador Ricci, dueño del establecimiento, por no depositarles sus aportes al fondo de pensiones (AFP) durante bastantes años.
El empresario, quien habría mantenido vínculos con ciertos integrantes de “Los Cuellos Blancos del Puerto”, fue acusado en el año 1999 de lavar dinero para los narcotraficantes Boris Foguel y Bruno Chiappe, de la organización “Los Camellos“.
Sesenta empleados de Ricci se dieron cuenta de que no les habían pagado dichos beneficios laborales cuando se autorizó el retiro de hasta el 25 % de la AFP como una medida para aliviar la economía familiar durante la pandemia por la COVID-19.
Sin embargo, descubrieron que sus fondos no existían. Cuando fueron al hotel a pedir explicaciones, nadie se las dio. Por ello, decidieron ir hasta la vivienda del empresario a exigir su dinero.
Cuando llegaron, Salvador Ricci se comunicó por intercomunicador con ellos. “¡No hay plata, hijito! ¿Crees que tengo la plata acá? Se ha perdido plata, Chicho”, le contestó a uno de sus trabajadores.
En diálogo con el programa dominical Cuarto Poder, Ricci señaló que han pedido un préstamo al programa Reactiva Perú para cumplir con esos pagos. Su empresa está en la lista de dos bancos y dos financieras, a la espera de que la aprueben.
Cabe resaltar que algunos de los colaboradores manifiestan que les deben hasta 18 años de aportes, conceptos de planilla, CTS, gratificación y deudas de eventos.
Ricci y “Los Cuellos Blancos”
La presunta organización criminal mantuvo vínculos con empresarios. Uno de ellos habría sido Salvador Ricci, quien sería cercano a Walter Ríos y César Hinostroza.
Además, hay evidencia de que Guido Águila, expresidente del CNM, celebró su cumpleaños en el hotel María Angola, otro de los investigados por el caso.
Por otra parte, la historia de aquel establecimiento y el Centro de Convenciones del mismo nombre está inevitablemente atada al “destino legal” de Ricci.
Cuando fue acusado por lavado de dinero, señala el reportaje de Cuarto Poder, el juzgado del Callao del caso “Los Camellos” incautó su hotel y lo puso bajo control de una administración judicial; y por otro, su principal acreedor, el Banco Latino, pedía su insolvencia por deudas atrasadas, por lo que se constituyó una junta de acreedores del hotel
En 2004 fue declarado inocente por la Corte Suprema, con los votos de César Martín y el actual presidente del Poder Judicial, José Luis Lecaros, entre otros.
Ya absuelto, la administración judicial debían terminar y el hotel y centro de convenciones ser devueltos a Ricci para que éste, a su vez, los ponga a disposición de los acreedores. El principal acreedor, tras la desaparición del Banco Latino, pasó a ser Fonafe, la corporación de empresas del Estado peruano.
Pero, han pasado 16 años desde la absolución y la administración judicial aún se mantiene. Los empleados señalan que el único favorecido con ese status quo es Salvador Ricci, pues sigue controlando el negocio a través de la administradora judicial gracias al presunto apoyo de “Los Cuellos Blancos”.
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