Los líderes europeos trabajan en los últimos días en tejer un consenso que ha calificado de difícil pero muy importante porque, «estamos fijando los cimientos de la UE para las próximas generaciones», ha subrayado la ministra en declaraciones a la Ser este lunes.
Lo que está en juego es «una especie de momento refundacional» para la UE, según la ministra, quien ha precisado que tiene «una gran confianza» de que los lideres comunitarios salgan con un acuerdo del Consejo Europeo que se reanudará esta tarde.
«No se trata de vencer, hay que convencer y convencer lleva tiempo», ha añadido González Laya, antes de incidir en que la negociación está siendo muy complicada por varias razones.
Una de ellas es que Europa se enfrenta al que será su primer presupuesto sin el Reino Unido, a lo que se añade el hecho de que es la primera vez en la historia de la UE en la que se plantea un fondo de recuperación con transferencia y créditos.
A eso hay que añadir además, según la ministra, el momento de gran confusión geopolítica por el conflicto sin precedentes entre China y EE. UU., y la mutación de las economías europeas hacia la digitalización y descarbonización, lo que obliga a cambios profundos estructurales.
Todo ello dificulta la construcción de un consenso teniendo en cuenta a todos los países miembros, de acuerdo con la titular de Exteriores, quien ha dicho que no hay que «caricaturizar» la discusión entre los países del norte o «tacaños» que piden e imponen condiciones, a otros, los «gastadores».
En la negociación hay lo ha que definido como una geometría muy variable, con «un gran grupo de países» que tienen las cosas más o menos claras que están intentando convencer a unos pocos que todavía no las tenían tan claras.
En el caso de España, la ministra ha asegurado que tiene las ideas bastante claras y que no rechaza la condicionalidad ni el que haya una buena gobernanza que ofrezca confianza.
«Lo que sí queremos es que eso tenga un marco que ofrezca confianza, claridad, y transparencia», ha precisado.
La ministra ha subrayado que ahora toda la sociedad española tendrá que poner su esfuerzo en un plan de recuperación, que sería como la «base de contrato entre España y la UE», buscando un gran consenso entre el gobierno, las comunidades autónomas, los empresarios, los sindicatos y «por supuesto, todas las fuerzas políticas».
A su juicio, hay que tener en cuenta además que lo que se está expresando de alguna manera en esta negociación es cómo se reparte el poder en la UE tras la salida del Reino Unido por el «brexit».
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