El Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington predijo hace dos meses que para inicios de agosto habría en Perú más de 19 mil muertos por coronavirus. Y acertaron.
La medianoche del 31 de julio, el Ministerio de Salud (Minsa) reportó que hasta ese mes se infectaron 414.735 personas y fallecieron 19.217. Esto evidencia que el levantamiento de la cuarentena y el retorno de actividades económicas ocasionaron una mayor expansión del virus.
Y la cifra de muertos sería mayor. “Pensamos que son entre 43 mil personas que han tenido que perder la vida”, dijo el último miércoles la ministra de Salud, Pilar Mazzetti. Su cartera viene verificando los registros del Sinadef, que reportan 19 mil víctimas adicionales a las que informa el Ejecutivo.
El biólogo molecular Ernesto Bustamante recuerda que a fines de junio, debido la crisis económica e ineficiente entrega de bonos, el comercio informal tomó las calles y los centros comerciales reabrieron. “Desde ahí se veía que iba a suceder un incremento de casos”, expresó.
El 1 de julio, el Ejecutivo levantó la cuarentena y el caos en el transporte público retornó. Quince días después, los vuelos nacionales y viajes interprovinciales se reabrieron. Hasta ese momento, los casos de coronavirus reportados por día eran en promedio de 3.700 y de muertos 176.
Pero a partir del 19 de julio, aumentó a 4 mil positivos y 190 fallecidos diarios. Tres días después, el Minsa admitió un desfase de muertos y agregó a los reportes oficiales 3.688 decesos. En total, había 17 mil muertos. La curva del virus había comenzado su repunte.
El director del Laboratorio Matemático Matlab, Marco Loret de Mola, alertó que el mes pasado cerramos con 5 mil casos diarios en promedio y con una positividad de 26%. Cabe precisar que el 31 de julio el Minsa reportó 7 mil nuevos casos. La segunda más alta desde el 31 de mayo con 8 mil infectados. «Si esta semana continuamos así, será la más complicada después de veinte semanas». Ahora hay más contagiados con menos pruebas.
Bustamante precisó que los infectados y hospitalizados de estos días son quienes se contagiaron cuando inició el levantamiento del aislamiento. «Un contagio de hoy es un enfermo en dos o tres semanas, y una semana después puede ser un deceso», subrayó.
La otra disyuntiva es que las cifras de los direcciones regionales de salud no son las mismas que las del Gobierno.
«El número de casos del Minsa es 414 mil, pero según las regiones es 600 mil. Y esa diferencia existe porque el Minsa no está aceptando los resultados que envían de provincia cuando estas son realizadas con material adquirido por la misma región», manifestó Bustamante.
Dicha contradicción de indicadores, añadió, provoca que nuestro sistema de salud no pueda anticiparse al virus.
Urge cambiar estrategia
Para el infectólogo Ernesto Gozzer «es posible lograr una meseta adecuada, pero (…) se requiere tomar decisiones basadas en indicadores. Si se abren las actividades sin indicadores, eso no ayuda», sentenció.
Bustamante, en tanto, admite, que por las circunstancias económicas es imposible que toda la población acate volver al confinamiento. Sin embargo, agrega, para evitar que esta curva siga ascendiendo, el Minsa debe incrementar las pruebas moleculares, en vez de los test rápidos.
Para el científico en computación Ragi Y. Burhum el futuro no es prometedor mientras el Ejecutivo no mida correctamente estos indicadores de la pandemia: la cantidad de balones de oxígeno, camas de hospitalización y test moleculares.
«Teniendo una idea de esto, lo que se hace es poner un rango. Por ejemplo, para poner en cuarentena una provincia de Ica, lo separo por distritos. Cuando los casos positivos están encima de 100 por cada 100 mil habitantes, se entra en cuarentena. Cuando están por debajo de 100 por cada 100 mil habitantes, se sale de cuarentena», explicó.
Carlos Martínez, jefe del Área de Epidemiología del hospital Santa Rosa, recuerda que a todos estos inconvenientes se suma la falta de médicos. Para Martínez, la atención primaria es un aspecto fundamental para contrarrestar al virus, pero «no se ha podido acudir a todas las casas porque faltó equipos de protección personal».
El coordinador del Grupo Técnico de Egresados de la UNI-GT Analytics, Iván Robles, advierte que «agosto será un mes muy duro para el país». «Los indicadores muestran un sinceramiento de las curvas y a Perú como el único país que levantó la cuarentena sin alcanzar una meseta», lamentó.
El presidente Martín Vizcarra, en su mensaje de Fiestas Patrias, dijo que su gestión dejará tres mil camas UCI. Para Robles eso es insuficiente: en esta situación el sistema de salud necesita como mínimo cuatro mil camas con ventiladores mecánicos.
A estas alturas, según Bustamante, tampoco es viable apostar por la inmunidad de rebaño porque no hay evidencia de que los anticuerpos que desarrollan las personas que superan el virus sean permanentes.
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