El estudio por universitarios especializados en probar la eficacia de medicamentos contra la enfermedad se ha basado en 403 pacientes hospitalizados en ocho países, que requerían apoyo respiratorio o cardiovascular.
El mismo grupo de investigación ya avaló en junio la eficacia de la dexametasona para el tratamiento de enfermos hospitalizados, con otro amplio análisis de sus efectos en una muestra aleatoria y con una sección de los participantes recibiendo un placebo. Como la hidrocortisona, pertenece al tipo de corticosteroides, su disponibilidad es muy amplia y su precio puede ser de cinco euros.
Martin Landray, el profesor de Oxford que lidera el grupo, afirma en ‘The Times’: «En el momento en el que cogemos el cilindro de oxígeno para un paciente con Covid, posiblemente deberíamos coger también la receta de corticosteroides. Este tipo de esteroides, que el menos en el caso de la dexametasona solo pueden ser administrados a determinados pacientes, reduce el proceso inflamatorio que genera el sistema inmune como repuesta al virus.
Por su parte, la farmacéutica Synairgen, con sede en Southampton, va a iniciar la tercera fase de las pruebas de su medicamento, SNG001, tras anunciar resultados muy positivos en la investigación de segunda fase, con más de 200 pacientes. La empresa ha creado un inhalador para reforzar la proteína interferón beta, con una función reguladora del sistema inmune que es neutralizada por la infección.
Mientras tanto, los promotores de la vacuna AZD1222, también de la Universidad de Oxford, han reclutado 30.000 voluntarios en Estados Unidos para completar la tercera fase de sus pruebas, en las que participan ya 50.000. Los datos preliminares de las pruebas en Reino Unido, Brasil y Sudáfrica se conocerán pronto. Quieren extender la investigación a Japón y Rusia. Y esperan tener una vacuna disponible antes del fin de año
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