Por el momento se desconoce el total de provincias afectadas, aunque el rotativo Cumhuriyet ha revelado que las destituciones se han producido principalmente en zonas del este del país.
Los afectados están siendo investigados por supuestos vínculos con la cofradía del clérigo islamista Fethullah Gülen, a la que el Gobierno turco se refiere como «organización terrorista».
Medios turcos apuntan que el Gobierno plantea destituir a 400 de los 973 representantes del Estado en ciudades y provincias, que son designados directamente por el Gobierno central.
La mayoría de los funcionarios destituidos están vinculados al islamista AKP, el partido del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Desde el intento de golpe más de 120.000 funcionarios del Estado han sido destituidos y unos 50.000 se encuentran encarcelados, acusados de ser parte de la cofradía de Gülen.
Gülen, que vive en Estados Unidos desde hace dos décadas, fue hasta 2013 un estrecho aliado de Erdogan y del AKP, una época en la que muchos de los seguidores de la cofradía fueron ocupando cargos de responsabilidad en la Administración del Estado.
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