Brasil volvió a reportar más de 1 000 fallecidos por la COVID-19 en un solo día después de cinco jornadas por debajo de esa cifra, con lo que el balance total de decesos se ubica ahora en los 133 119, informó este martes el Gobierno.
El boletín del Ministerio de Salud reportó 1 113 nuevos decesos en las últimas 24 horas, tres veces más que los registrados la víspera, e investiga además otras 2.445 muertes que también podrían estar relacionadas con el nuevo coronavirus.
La última vez que Brasil, que cuenta con una población de unos 212 millones de habitantes, superó la barrera del millar diario de fallecidos fue el pasado 9 de septiembre, cuando registró 1 075.
Los días siguientes estuvo por debajo con incrementos diarios de del orden de 983, 874, 814, 415 y 381, aunque durante los fines de semana las cifras suelen ser históricamente más bajas debido a la menor actividad de los laboratorios y los órganos oficiales.
Las autoridades sanitarias también notificaron 36 653 nuevos casos confirmados de COVID-19 para llegar a un total de 4 382 263.
Brasil es uno de los países más azotados por la crisis sanitaria, pues ocupa el segundo lugar en número de óbitos, solo por detrás de Estados Unidos, y el tercero en número de infectados, superado recientemente por India.
La tasa de mortalidad de la enfermedad en el país sigue escalando y alcanza ya los 63,3 decesos por cada 100 000 habitantes, mientras que la tasa de incidencia es de 2 085,3 contagios por cada 100.000 habitantes.
El número de pacientes recuperados subió hasta los 3 671 128, lo cual significa casi el 84 % del total de infectados, mientras que otras 578 016 personas aún continúan bajo cuidados médicos.
No obstante, a pesar del mal dato de este martes, la pandemia comienza a dar señales de desaceleración en Brasil, que registró su primer caso el pasado 26 de febrero y llegó a tener una media diaria de fallecidos por encima del millar durante varias semanas de los meses de mayo, junio y julio.
Según el último informe del Imperial College de Londres, la tasa media de contagio del nuevo coronavirus en el país suramericano fue, la semana pasada, la más baja desde abril con un índice de 0,90, es decir, por debajo de uno, que es cuando se considera un índice de transmisión relativamente bajo.
Esos datos refuerzan una tendencia de estabilización de la pandemia en Brasil que empezó en agosto y se ha mantenido hasta la fecha, mientras los municipios y los estados brasileños siguen avanzando en sus planes de reapertura gradual de las actividades económicas.
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