Brasil perdió entre 2000 y 2018 cerca de 490 000 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal, el 8,34 % de su vegetación natural y un área casi del tamaño de un país como España, según un estudio divulgado este jueves por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
De la vegetación natural destruida por la deforestación en los 18 años del estudio, un 42 % (208.400 kilómetros cuadrados) fue convertida en pastos para la cría de ganado y un 19 % (94.000 kilómetros cuadrados) en cultivos agrícolas, según el organismo estatal de estadísticas.
El estudio, no obstante, mostró que la mayor parte de la deforestación se concentró entre 2000 y 2010, con una pérdida de 326 000 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal original, y que el ritmo de destrucción fue desacelerándose hasta 2018.
La mayor pérdida en todo el período se concentró en la Amazonía, la mayor selva tropical del mundo, con 269 800 kilómetros cuadrados de vegetación natural desforestados, el 55,07 % del total destruido en Brasil en 18 años y un área del tamaño de un país como Ecuador.
Esa área destruida equivale al 7,3 % de la extensión total de la Amazonía, en donde la desforestación se aceleró en los últimos dos años, desde que el líder ultraderechista Jair Bolsonaro asumió la Presidencia brasileña en enero de 2019.
Además de defender políticas de explotación económica en las reservas indígenas y de reducir la fiscalización ambiental, el jefe de Estado es acusado de promover la deforestación con su retórica antiambientalista.
El área de la Amazonía destinada a pastos para la cría de ganado creció un 71,4 % entre 2000 y 2018 y el área dedicada a cultivos agrícolas, principalmente soja, en un 288,6 %.
El área destinada a cultivos en la Amazonía saltó desde 249 000 kilómetros cuadrados en 2010 hasta 426 000 kilómetros cuadrados en 2018.
El segundo ecosistema más afectado por la deforestación en el período fue el Cerrado (la Sabana brasileña), con la pérdida de 153 000 kilómetros cuadrados (31,17 % del total), cuya transformación en área de cultivo ha ayudado a convertir a Brasil en uno de los mayores productores y exportadores mundiales de alimentos.
El área destruida del Cerrado en 18 años equivale al 12,3 % de toda su extensión.
Proporcionalmente el ecosistema brasileño más devastado en el período fue la Pampa, en el sur del país y que perdió 16 100 kilómetros cuadrados, lo que equivale a casi el 16,8 % de su cobertura vegetal natural.
El Bosque Atlántico, que se extiende paralelamente a todo el litoral brasileño, perdió 13 800 kilómetros cuadrados, el equivalente al 7 % de su vegetación natural original.
El Bosque Atlántico, sin embargo, es el ecosistema que más ha sido destruido en la historia de Brasil y en 2018 tan sólo le restaba el 16,6 % de la vegetación natural. El 49,3 % de su área original fue convertido en territorio urbano.
El Pantanal, actualmente afectado por el mayor número de incendios en su historia y que ya han destruido cerca del 22 % de su vegetación, fue el ecosistema que menos perdió cobertura en el período analizado, con 2 109 kilómetros cuadrados, el 1,6 % de su área.
La llamada Caatinga, una región semiárida en el nordeste brasileño, perdió 35 500 kilómetros cuadrados entre 2000 y 2018, el equivalente al 6 % de su vegetación natural.
Estrella Digital