El ex policía estadounidense acusado de asesinar a un afroamericano George Floyd en Minneapolis en mayo de 2020 ha sido condenado a 22 años y seis meses de cárcel.
El juez defendió que la sentencia de Derek Chauvin se basó «en su abuso de una posición de confianza y autoridad, y también en la crueldad particular demostrada» hacia Floyd.
Floyd, de 48 años, murió después de que Chauvin se arrodillara sobre su cuello durante nueve minutos.
Su asesinato provocó las protestas mundiales contra el racismo y la brutalidad policial.
Chauvin, de 45 años, fue declarado culpable de asesinato en segundo grado y otros cargos el mes pasado. Durante el juicio, su abogado describió el homicidio como «un error cometido de buena fe».
A Chauvin también se le dijo que se registrará como un delincuente depredador y se le prohibirá poseer armas de fuego de por vida.
La familia Floyd y sus seguidores celebraron la sentencia.
«Esta sentencia histórica acerca a la familia Floyd y a nuestra nación un paso más hacia el cierre de las heridas y tener justicia», tuiteó el abogado Ben Crump.
Chauvin declaró a la corte que ofreció sus condolencias a la familia Floyd y que esperaba que «las cosas le den un poco de tranquilidad». Sin embargo, no fue capaz de disculparse.
En la corte, la madre de Chauvin dijo que era un «buen hombre».
«Siempre he creído en tu inocencia y nunca vacilaré en eso», dijo Carolyn Pawlenty.
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