viernes, noviembre 22, 2024
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«Afganistán será un nido de extremistas tras el abandono de Occidente»

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«Estar en Afganistán ha costado a la comunidad internacional vidas y dinero. Abandonarlo no nos va ahorrar ni dinero ni vidas porque acabará siendo refugio, vivero, de los extremistas». Así opina, en una entrevista con Efe, Luis Herruzo, coronel retirado que fue agregado de Defensa en el país asiático entre 2006 y 2007 y entre 2009 y 2013.

De «terrible» califica Herruzo el paso atrás que ha dado ese país después de que los talibanes se hayan hecho con el poder. Y vaticina que una vez que los periodistas extranjeros se vayan, una vez que el mundo occidental se preocupe por otros asuntos, Afganistán estará abocada al «olvido».

Acabará, según este experto, en una situación similar a la de Mali y a la de los demás países que han caído bajo el dominio del Estado Islámico, sometidos al radicalismo más extremo. Y serán las mujeres y los niños los peor parados.

Herruzo fue testigo de cómo empezó a esbozarse en Afganistán una política de reconstrucción y desarrollo tras la expulsión de los talibanes del poder, de cómo se incrementó la presencia de las fuerzas internacionales -también la española- y de cómo se fue entregando la responsabilidad de los distritos afganos a un nuevo gobierno desde el convencimiento, o bajo la excusa, de que estaba en condiciones de afrontarla.

EL GOBIERNO NO ESTABA PREPARADO PARA HACERSE CARGO DEL PAÍS

Este nuevo Estado «democrático» funcionaba «más o menos» pese a las «corruptelas» que aún persistían. La situación mejoraba, con una administración más eficaz, con un porcentaje ya significativo de niñas en los centros educativos…, continúa este militar.

Mientras en el medio rural se seguía viviendo casi como en la Edad Media con un sistema «semitribal», Kabul y otras capitales de provincia se acercaban más al modo de vida occidental. Los matrimonios forzados decaían y las mujeres empezaban a salir a trabajar, por ejemplo.

Pero, ¿estaba el gobierno afgano preparado en ese momento para hacerse cargo del país?

Herruzo responde con un no rotundo. Y no lo dice «a toro pasado». Es la realidad, aunque «se vendiera otra cosa», apostilla.

Y añade: «Si te metes en un fregado así, tienes que saber dónde te metes, conocer bien el país y saber las consecuencias que tendrá. No puedes pensar que puedes transformar en cuatro días un país con un sistema casi tribal que, además, no había dejado de pegar tiros, con una generación perdida en la guerra».

Siempre desde su opinión personal, Herruzo cree que «ha habido un problema de no conocer la realidad del país, de no querer conocerla o de no tener interés en conocerla».

«NO ESPERABA QUE SE FUERA ENTREGAR EL PAÍS A LOS TALIBÁN»

Este coronel ya retirado y estudioso del país asiático pensaba que Afganistán iría hacia una opción que a él no le gustaba nada: un gobierno de coalición que hiciera algunas concesiones a los talibanes.

Una opción que no compartía, pero lo que no esperaba -confiesa en la entrevista con Efe- es que «se fuera a entregar el país a los talibán». Y «eso es lo que se ha hecho. ¿Cómo quiere que me sienta?», se lamenta.

Insiste en que habla a título personal cuando expone su propia hipótesis sobre lo que ha pasado. No descarta una especie de pacto «secreto» con los americanos que, «de una manera u otra, habrán convencido al gobierno para que entregue el país a los talibán».

A Estados Unidos, recuerda, la misión en Afganistán le ha costado pérdidas económicas y de vidas. «Tenía ya lo que se conoce como ‘el cansancio de la guerra'».

Herruzo es tajante. «No se explica -dice- que un grupo talibán muy inferior al ejército y la policía afganos haya ido conquistando en plan guerra relámpago todas las ciudades y haya llegado a Kabul. Si el ejército hubiera resistido… Mi lógica me dice que ese ejército tenía órdenes de no ofrecer resistencia».

Otra de sus hipótesis es que van a dejar entrar en el gobierno a miembros del anterior para «acallar a los occidentales» y para «dulcificar» y «lavar la cara» a los talibanes. Pero «no será la solución. El tiempo lo dirá».

«PROFESOR, ESTAMOS AQUÍ YA, EN MADRID»

Herruzo valora cómo el Gobierno español está llevando a cabo la evacuación de los colaboradores afganos con las fuerzas que España ha tenido desplegadas allí y de sus familias.

Pero no es optimista y cree que no va a dar tiempo a evacuar a todos los que trabajaron con los españoles. Muchos ni siquiera se enterarán de la oferta de nuestro país para traerles y, aunque se enteren, no les dará tiempo a llegar al aeropuerto de Kabul, agrega.

Se va a quedar mucha gente tirada, incluidos muchos de mis estudiantes de español, mujeres activistas y otras personas que querían venir, se lamenta.

Herruzo manifiesta su deseo de que «el Gobierno español no se conforme y justifique con la buena labor desarrollada estos días, sino que busque vías para seguir apoyando a aquellos que han trabajado con nosotros y nos han apoyado, facilitándoles el acceso a España por todas las vías posibles».

Pese a la triste situación general, Herruzo expresa su alegría por la llegada, en uno de los últimos vuelos de evacuación, de algunos alumnos suyos. Nada más aterrizar el avión, el coronel recibió en su correo electrónico un mensaje: «Profesor, estamos aquí ya, en Madrid». 

Sagrario Ortega

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