Las agencias de inteligencia estadounidenses dicen que es posible que nunca puedan identificar los orígenes del Covid-19, pero han concluido que no fue creado como un arma biológica.
En una evaluación actualizada de dónde comenzó el virus, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de EE. UU. (ODNI) dijo que una transmisión de animal a humano y una fuga de laboratorio eran hipótesis plausibles sobre cómo se propagó.
Pero no había suficiente información para llegar a una conclusión definitiva.
China ha criticado el informe.
Los hallazgos se publicaron en un informe desclasificado que es una actualización de una revisión que la administración del presidente Joe Biden publicó en agosto.
Dicha publicación reconoce que la comunidad de inteligencia sigue dividida sobre el origen más probable del virus. Cuatro agencias evaluaron con «poca confianza» que se había originado con un animal infectado o un virus relacionado.
Una de las agencias defendió que tenía una «confianza moderada» en que la primera infección humana probablemente fue el resultado de un accidente de laboratorio, relacionado con la experimentación o manipulación de animales por parte del Instituto de Virología de Wuhan.
El informe también describe que los funcionarios chinos desconocían la existencia del virus antes del brote inicial de Covid-19 en la ciudad de Wuhan, a fines de 2019. Pero dijo que China continuaba obstaculizando la investigación global y resistiéndose a compartir información.
Las autoridades chinas vincularon los primeros casos de Covid-19 con un mercado de mariscos en Wuhan, lo que llevó a los científicos a teorizar que el virus se transmitió por primera vez a los humanos a través de los animales.
Pero a principios de este año, los informes de los medios estadounidenses sugirieron una creciente evidencia de que el virus podría haber surgido del laboratorio de Wuhab, tal vez a través de una fuga accidental.
En mayo, el presidente Biden ordenó a los funcionarios de inteligencia que investigaran los orígenes del virus, incluida la teoría de la fuga de laboratorio, que China rechaza.
En respuesta al informe de inteligencia, la embajada de China en Washington dijo en un comunicado a la agencia de noticias Reuters: «Las medidas de Estados Unidos de confiar en su aparato de inteligencia en lugar de en los científicos para rastrear los orígenes de Covid-19 es una completa farsa política».
«Hemos estado apoyando los esfuerzos basados en la ciencia sobre el rastreo de los orígenes y continuaremos participando activamente. Dicho esto, nos oponemos firmemente a los intentos de politizar este tema».
Se han confirmado alrededor de 240 millones de casos de Covid-19 en todo el mundo, con más de 4,9 millones de muertes.
Francisco García