Rusia ha comenzado hoy a realizar los referéndums en las zonas ucranianas ocupadas de Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Kherson, para anexionarlas a su país.
Estas votaciones han sido declaradas ilegales por parte de la comunidad internacional y en ningún caso aceptarán el resultado de las mismas. Teniendo en cuenta que muchos ciudadanos han huido por la guerra y no hay ningún organismo independiente que verifique el proceso.
La votación presencial se realizará exclusivamente el 27 de septiembre, mientras que estos días, el plebiscito se organizará en comunidades y puerta a puerta por motivos de seguridad.
Los medios rusos informaron que los funcionarios electorales irían de puerta en puerta con urnas portátiles de viernes a lunes.
Se preguntará a los residentes si están «a favor de la secesión de la región de Ucrania, la creación de un país independiente y la posterior adhesión a Rusia como sujeto federal».
En la región de Donbass (Lugansk y Donetsk), donde el ruso es idioma predominante, las papeletas se imprimirán en ruso. En las regiones de Zaporiyia y Kherson, la pregunta se hará tanto en ucraniano como en ruso.
El objetivo de Moscú es que el resultado sea favorable y considerar así como territorios propios estas regiones. El presidente Vladimir Putin, en su discurso esta semana, declaró que cualquier ataque a una zona anexionada sería considerado como agredir a la propia Rusia y por tanto se defendería con todos los recursos posibles, incluidas las armas nucleares.
Estos hechos coinciden en el tiempo con el decreto de Moscú donde los reclutas están siendo llamados a filas, en torno a 300.000 personas tendrán que combatir en Ucrania, debido a los reveses sufridos por su ejército y el exitoso avance de las tropas ucranianas.
Este reclutamiento forzoso, ha provocado que ciudadanos de diferentes partes del país, hayan decidido marcharse a través de la frontera con Finlandia y Georgia, así como escapar vía aérea a Turquía, Armenia o Emiratos Árabes Unidos.
También ha generado protestas en varias ciudades y detenciones por parte de la policía rusa, en contra de la obligación de servir al ejército en la guerra en Ucrania, aquellos que tengan experiencia militar y que estuviesen en la reserva.
R.F.