En la mañana de este sábado, una fuerte explosión hacía saltar por los aires el puente de Crimea. Se trata de una estructura de 18 kilómetros de longitud, lo que la convierte en el puente más largo de Europa, y en algo mucho más importante: un símbolo del poder ruso, ya que une el país con este territorio anexionado en 2014.
Su construcción responde más a un amplio contexto histórico que a una idea de Putin. Todo comienza con los zares, en 1910, cuando Nicolás II presentó un proyecto para unir Rusia con Crimea. También los nazis, en 1943, sopesaron la idea como forma de invadir Rusia, aunque finalmente fue Stalin quien, en 1944, levantó un puente ferroviario provisional… que duró dos años, dañado por los bloques de hielo.
Por otro lado, algo que hoy parece imposible, sucedió en abril de 2010: el presidente ucraniano Víktor Yanukóvich y el presidente ruso Dmitri Medvédev firmaron un acuerdo para construir el puente. Sin embargo, el estallido de las manifestaciones europeístas en Ucrania y la anexión rusa de Crimea volaron por los aires el acuerdo. Fue Putin tras anexionarse Crimea en 2014, quien ordenó la construcción del puente: una estructura de doble transporte, ferroviario y por carretera, que costó 3.300 millones de euros.
El puente lo inauguró el propio Putin, mientras que la Unión Europea lo consideró como “una violación de la soberanía e integridad territorial” de Ucrania. De hecho, este país también protestó por la ocupación de su territorio y la limitación del paso de sus barcos hacia el mar de Azov.
Un cambión bomba y “vándalos ucranianos” según Rusia
El estallido de un camión provocó la ignición en cadena de siete tanques de combustible en un tren que se movía en dirección a la península de Crimea, matando al menos a tres personas. Por su parte, Rusia asegura que el tráfico se ha reabierto, mientras que los daños causados se valoran en entre 200 y 500 millones de rublos (3,2 millones y 8,1 millones de dólares). Ucrania celebra los daños de un símbolo del poder ruso y una estructura estratégica, pero por el momento no aclara su supuesta responsabilidad.
Varios medios ucranianos afirman que quien se encuentra tras el acto es el SBU, el Servicio de Seguridad ucraniano. Rusia, por su parte, acusa a “los vándalos ucranianos” de la explosión, en lo que supone un nuevo golpe en la campaña de Putin en Ucrania.