Todo está aún por decidir en las elecciones presidenciales que se celebran hoy en Brasil. El candidato de izquierda Lula da Silva parte como favorito en las encuestas, pero no hay que descartar que el actual presidente Jair Bolsonaro, pueda dar la sorpresa y salir reelegido.
Hace cuatro semanas cuando se tuvo lugar la primera vuelta de los comicios, todo parecía indicar que Lula superaría el umbral del 50% y sería el nuevo presidente del país. Finalmente no fue así, ya que obtuvo un 48,4% mientras que su rival consiguió el 43,2% de los votos.
Los sondeos de opinión de la víspera de la votación daban al líder del Partido de los Trabajadores, una ventaja de entre cuatro y ocho puntos porcentuales frente al actual mandatario brasileño. Una diferencia muy escasa a raíz de como ha evolucionado la campaña.
Insultos durante el debate
Los dos candidatos se enfrentaron en un desesperado debate final el viernes por la noche que comenzó con 30 minutos de insultos y mejoró poco durante las siguientes dos horas. Lula acusó al presidente de ser un mentiroso. “La gente sabe que usted ha prometido muchas cosas que no ha cumplido, usted ha mentido 6498 veces”, aseguró.
Mientras Bolsonaro dirigiéndose al “padre de los pobres” lo acusó a su vez de ser un “mentiroso y bandido”. Tras los encontrazos iniciales, cada uno quiso recordar lo que habían hecho durante la presidencia.
Bolsonaro señaló que la tasa de homicidios de Brasil cayó bajo su mandato y prometió aumentar el salario mínimo en un 15%. Mientras que su oponente recordó a los votantes que, sus dos primeros mandatos entre 2003 y 2011 fueron un éxito y prometió a los electores más de lo mismo.
El Tribunal Electoral actúa ante las noticias falsas
El Tribunal Supremo Electoral de Brasil ha visto aumentar las denuncias de noticias falsas en un 1600 % con respecto a las elecciones de 2020. Tanto Bolsonaro como da Silva han presentado denuncias por publicaciones engañosas por diversos ataques en medios de comunicación.
Los anuncios vinculaban a Bolsonaro con el canibalismo y la pedofilia, mientras que al líder izquierdas con cultos satánicos y el crimen organizado.