Nuestra Liga está viva. A pesar de que nos quejemos del aburrido fútbol que nos regala cada jornada, donde la eficacia se imponme a la brillantez, fuera de nuestras fronteras todo es diferente. Vamos mejor. Y si no, aquí tenemos el ejemplo: el Fútbol Club Barcelona con el debate de su ‘messidependencia’, el Villarreal camino de convertirse en un clásico, el Real Madrid con su crisis a cuestas y el Atlético de Madrid superando las zancadillas de la UEFA, que podía habernos fastidiado el pleno, no han fallado en Europa.
Después de cinco años, el fútbol español vuelve a estar en la cresta de la máxima competición del fútbol continental. A falta de una jornada para que concluya la fase de liguilla de grupos, los cuatro representantes de nuestro fútbol en la Liga de Campeones ya han logrado la clasificación matemática a los octavos de final.
La empresa parece más fácil de lo que realmente es. La Champions son palabras mayores. Se trata de la segunda vez que se consigue un pleno español en la fase de grupos desde que se instauró el sistema de partido de ida y vuelta en octavos -temporada 2003-2004, con el Real Madrid, Deportivo, Celta y Real Sociedad como protagonistas de esta ‘hazaña’-, y los representantes ingleses e italianos aún deberán esperar a la última jornada para ver su futuro en esta competición.
Nosotros, por lo pronto, ya podemos decir que despediremos el año como campeones de Europa de selecciones y, al menos hasta allá por febrero del 2009, con cuatro clubes entre los dieciséis mejores.
Antonio Cubero