Hace tres años, dos años, uno, y menos aún, seis meses, nadie dudaba en el Uruguay de que la fórmula presidencial de la coalición de izquierdas Fente Amplio para las venideras elecciones uruguayas la integrarían Danilio Astori (ex ministro de Economía) y el líder de los Tupamaros, José Mujica (ex Ministro de Ganadería). El propio presidente Tabaré Vázquez había deslizado su preferencia por esa fórmula. Uno y otro, entonces, renunciaron a sus cargos de ministro y pasaron a ocupar sus bancas en el Senado, dedicándose a llevar adelante las postulaciones.
Pero hoy todo ha cambiado. El desconcierto ha ganado a la coalición de izquierdas, pues quien aparece, hoy por hoy, como el candidato presidencial es el ex guerrillero José Mujica (de los Tupamaros, la fracción con más votos), mientras a Danilo Astori le han surgido nuevos presidenciables: un candidato del Partido Socialista (el del propio presidente Vázquez), un alcalde y el director de Planeamiento. Ante esta situación, Astori hizo saber que será solamente candidato a la presidencia; aseguró que no será vice de una fórmula con José Mujica.
En Frente Amplio procura evitar elecciones en su interna, y es así que aspira a que, con los dos tercios de los presentes, sea su Congreso (que sesionará el 13 y 14 de diciembre) el que elija al candidato presidencial. En este panorama, el senador tupamaro Mujica (a quien, se dice, asesora el ex ministro argentino de Economía Jorge Lavagna) aparece en lugar privilegiado, pues se sostiene que los socialistas le apoyarían (su candidato podría completar la fórmula como vice), así como los comunistas.
En estas circunstancias, y ahora que la fecha del congreso se acerca, los partidarios de Astori reclaman la definición a través de elecciones internas, y los Tupamaros señalan enfáticos que la decisión de dos tercios del Congreso es suficiente políticamente como para que José Mujica sea el candidato.
Todo lleva a pensar que la izquierda del Uruguay deberá no solamente ponerse de acuerdo en cuál podrá ser su fórmula presidencial (con cinco nombres en el tapete), sino la representatividad de la resolución del Congreso.
Los dos partidos tradicionales del Uruguay (el liberal Blanco y el socialdemócrata Colorado) han designado a sus candidatos presidenciables para las internas venideras hace ya un tiempo. Cabe señalar que este fin de semana se conoció una encuesta que sitúa a los Blancos a 5 puntos de la coalición izquierdista Frente Amplio. Ésta muestra en esa consulta una intención de votos del 42%, el Partido Nacional o Blanco el 37% y el Partido Colorado ronda el 10%.
Pero vuelvo al comienzo: llama poderosamente la atención a todos que un hecho que se daba saldado en la izquierda, desde antiguo, haya cambiado de manera tan inesperada. Veremos qué sucede en pocos días más.
Rubén Loza Aguerrebere