A raíz del conflicto del pasado verano entre Rusia y Georgia, el Consejo Europeo celebrado el 1 de septiembre invitó a la Comisión Europea a que, a partir de diciembre del 2008, presentara propuestas a fin de apoyar la cooperación regional y fortalecer las relaciones que mantiene la UE con sus vecinos orientales. Y hete aquí que precisamente ése es el texto que se ha hecho público al empezar el mes navideño.
La flamante iniciativa se denomina «Asociación Oriental» y responde al doble objetivo de «asociación política e integración económica» de la Unión con seis repúblicas postsoviéticas: tres de ellas fronterizas con la UE, tras las dos últimas ampliaciones de ésta, Bielorrusia, Ucrania y Moldavia; y las otras tres limítrofes con Turquía, es decir, Georgia, Armenia y Azerbaiyán.
El nuevo marco multilateral de cooperación a que nos referimos propone los siguientes ámbitos a desarrollar:
– Acuerdos de libre comercio de los países citados con la UE, y también entre sí.
– Programas, financiados por la UE, de mejora de la capacidad administrativa.
– Integración gradual en la economía de la UE.
– «Pactos de movilidad y seguridad», con el fin último de que todos los ciudadanos de los Estados socios de la cooperación puedan viajar exentos de visado.
– Ampliación de la movilidad laboral.
– Incremento de la seguridad energética.
– Programas de desarrollo económico y social.
– Creación de plataformas multilaterales referentes a democracia, integración económica, energía y reformas de los socios.
Además, frente a esas iniciativas más o menos difusas, hay que sumar la parte quizá más concreta del proyecto, la que se refiere a la ayuda financiera que prestará la UE a los Estados miembros de la citada «Asociación Oriental» que sería duplicada en el 2013 y triplicada hacia el 2020, momento en el cual la cifra ascendería a 1.500 millones de euros.
Una política de vecindad más activa en el Este fue la sugerencia de Polonia y Suecia que se aprobó el pasado junio, y si la propuesta de la Comisión sigue adelante, justamente al cabo de un año, esto es, en junio de 2009, tendrá lugar la primera «Cumbre sobre la Asociación Oriental» a la que asistirían los Jefes de Estado y de Gobierno de los Estados implicados.
Tal y como rezaba el título de un reciente artículo del vicecanciller alemán, Frank-Walter Steinmeier, no cabe duda de que «la asociación es clave de la seguridad europea» y por ello es de interés crucial para la UE mejorar la estabilidad, la gobernanza y el desarrollo económico en sus fronteras orientales. Así pues, al margen de las críticas recibidas por ciertos observadores que ven en esta «Asociación Oriental» simplemente un freno para Rusia, en lugar de un acercamiento hacia el este, hemos de felicitarnos por dicha iniciativa y desearle un feliz atraque en buen puerto.
Ramón Tamames