Quien haya hojeado en las últimas horas la gran prensa internacional se habrá dado cuenta de que el optimismo del vicepresidente del Gobierno Pedro Solbes al asegurar que el impacto del «escándalo Madoff» no es «preocupante», no se corresponde con la realidad.
Desde los británicos Financial Times o Daily Telegraph al alemán Frankfurter Allegemeine Zeitung, pasando por el norteamericano The Wall Street Journal, los italianos IL Sole 24 Ore o Corriere della Sera o el francés Le Monde, todos se asombran de que Bancos tan bien gestionados como el Santander o el BBVA, que siempre se han puesto como ejemplo de prudencia y de rigor en la gestión, estén afectados por la estafa del broker norteamericano que, en España puede alcanzar casi el diez por ciento de esos 37.200 millones de euros que se han volatilizado y que sean miembros de alta sociedad y de las finanzas, lo que se conoce como «familias de élite», los más afectados.
Los grandes periódicos de referencia hablan del «ciclón» que hace temblar el Santander, uno de los más expuestos en esas pérdidas millonarias e ironiza sobre el Banco de Emilio Botín al que presenta «comiendo humildemente tortilla, y reuniéndose en el vestíbulo de la vergüenza con el HSBC, BNP Paribas y Man Group».
«Los elevados compromisos que entre los bancos europeos asumieron, sobre todo el Banco de Santander con 2.300 millones de euros -señala el Frankfurter Allemeine Zeitung– resultan sorprendentes y son un nuevo testimonio de la incapacidad de los Bancos, de por sí sacudidos, y ahora castigados una vez más por su imprudencia ya que había suficientes señales de alarma que apuntaban a que en Madoff mas de un asunto se habría tratado con descuido».
El escándalo Madoff le sirve al Financial Times para afirmar que si hasta ahora los Bancos españoles parecían haber escapado de los efectos directos de la crisis financiera mundial se ha descubierto que no están tan protegidos como pensaban de los impactos indirectos de la crisis. Y la incógnita está en saber si tanto los Bancos como las Cajas de Ahorro serán capaces de capear el temporal que ellos mismos están originando, causado por su continuo colapso del mercado inmobiliario doméstico que está adquiriendo espectaculares proporciones.
«A pesar de haber bajado considerablemente el precio de sus acciones y de la necesidad de ir codo con codo con el Gobierno como apoyo a su liquidez, -dice el Financial– los Presidentes de los Bancos españoles, hasta ahora, se han ahorrado la necesidad de tener que dar las humillantes disculpas que dieron sus colegas estadounidenses y europeos. El año que viene, si el mercado inmobiliario sigue cayendo y el descalabro del caso Madoff demuestra ser algo muy severo, es posible que incluso los bancos españoles tengan que disculparse».
Pero, hasta ahora no parece que el camino vaya a ir por ahí, ya que según se destaca, los inversores no han penalizado a los dos principales bancos españoles después de conocerse que entre los dos, habían vendido ese tipo de «hed fund» por un valor superior a los dos mil quinientos millones de euros y que, sólo una mínima parte, aparecerán en los balances como pérdidas, ya que la mayoría de las inversiones correspondían a clientes particulares.
Las caídas en la cotización están siendo moderadas manteniéndose en el caso del Banco de Santander en el límite del 5 por ciento y mejorando incluso en el caso de su competidor el BBVA.
José Oneto