lunes, noviembre 25, 2024
- Publicidad -

Hoy debe acabarse para siempre el ‘debate Raúl’

No te pierdas...

No me gustaría estar hoy en la piel del bueno de Vicente del Bosque. Hoy puede ser la persona más aplaudida o la más criticada de España. Hoy decide si cuenta o no con Raúl para los dos partidos trascendentales de la selección ante Turquía, valederos para la clasificación a la fase final del Mundial de Sudáfrica. Hoy, pues, afortunadamente para el estado anímico de todos los aficionados y profesionales del periodismo deportivo, deberíamos, ‘raulistas’ y ‘antirraulistas’, echar el telón a un debate que, por cansino y absurdo, en nada beneficia al equipo nacional y al propio jugador.

Nadie puede discutir a estas alturas que Raúl es un mito viviente de nuestro fútbol. Que lo ha dado todo a lo largo y ancho de su carrera por la selección y por el Real Madrid. Que siempre ha hablado más en los terrenos de juego con su entrega profesional, derroche de facultades y varios centenares de goles que en los medios de comunicación. Siempre ha sido un futbolista en la sombra mediática que nunca ha buscado la cuota de popularidad que le corresponde por su larga permanencia en la élite del fútbol mundial. De ahí que resulte extraño que desde hace unos meses haya quienes -su agente y la cohorte de pesebreros que se alimentan de sus fuentes- siguen empeñados en meternos al capitán madridista hasta en la sopa con una campaña de presión al seleccionador que, más que surtir el efecto deseado de ser convocado por Del Bosque, puede llegar a confundirse con un lavado de imagen que en absoluto necesita un profesional como él tan lejos del escándalo y la vida estrafalaria.

Si fuese Del Bosque, yo no llamaría a Raúl. La selección necesita un futuro que él no le puede ofrecer. Ni en el banquillo ni en el césped. En el banquillo, porque después de tantos años se ha conseguido formar una selección en un equipo -¿no recuerdo qué jugador fue el que pregonó públicamente en la celebración de la Eurocopa que «ahora sí hay un equipo»?-, y en el terreno de juego porque, hoy por hoy, Villa y Fernando Torres, en la titularidad, y Fernando Llorente, Güiza -a quien se le quiere sacrificar por sus devaneos amorosos en una concentración- y, ahora, Negredo, además de un presente demostrado tienen un futuro más que prometedor tan necesario para una selección que debe consolidarse entre los grandes del fútbol. Una selección que fue campeona de Europa sin Raúl y debe aspirar a serlo del mundo también sin él.

Antonio Cubero

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -