Hace bien el Partido Popular dejando a Gerardo Galeote fuera de sus listas electorales para el Parlamento Europeo, esencialmente porque el sumario del ‘caso Gürtel’, o ‘Correa’, que empiezan a estudiar los tribunales de Madrid y Valencia, permanece secreto. Y por tanto produce indefensión y cierta incertidumbre entre los imputados y afectados, de ahí que no sería nada de extrañar que algunos de los citados a declarar se nieguen a hacerlo hasta que no se levante el secreto sumarial.
Y además estarían en su derecho de guardar silencio porque este sumario está en las manos exclusivas del diario El País, que lo va haciendo público por entregas, mientras se mantienen muchas incógnitas, entre ellas las que podrían afectar al propio Galeote o Luis Bárcenas. Y no digamos a los principales encartados como Correa, que está citado a declarar en próximas horas y que además están en prisión y recibiendo presiones de la Policía para que colaboren con la investigación, a la que, por cierto, todo apunta que le faltan muchos cabos por atar.
El Tribunal Superior de Valencia ha iniciado una investigación, de difícil ejecución, sobre la filtración del sumario. No van a encontrar nada, por lo que la única solución, como decíamos al principio, es que este tribunal y el de Madrid acuerden levantar el secreto del sumario, algo a lo que se opone Garzón, la Policía Judicial, puede que el fiscal y sospechamos que, sobre todo, el Ministerio de Interior, que es principal sospechoso de la filtración, a medias con Garzón.
En estas circunstancias el PP no podía correr el riesgo de que durante esta campaña electoral un fiscal o un juez decidiera imputar a Galeote con lo que semejante decisión habría causado un daño irreparable para el PP, en pleno proceso electoral. Sobre todo porque, tal y como ahora están y van las cosas de lentas y confusas en este caso, todo apunta a que el presunto escándalo de corrupción política no está causando daño al PP, entre otras cosas porque la famosa cacería de Bermejo, Garzón, la policía judicial y la fiscal, entre otros invitados, dejó a la intemperie la operación política que subyacía en esta investigación y proceso judicial.
Además, la estrella de la campaña es el paro y nada más. Y de poco o nada van a servir los debates, los vídeos -con Obama, o sin él- y las intrigas del ‘caso Gürtel’, frente a la dramática realidad y la gran trascendencia social del paro. De hecho ni siquiera los primeros candidatos aportan una novedad de especial relevancia e impacto social.
En cuanto al ‘caso Gürtel’, sólo se espera una noticia: el levantamiento del secreto del sumario que ya está prácticamente levantado y en las manos de la prensa gubernamental.
Marcello